«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Lección desde la tele pública

No soy nada partidario de lo público y de los medios de comunicación públicos mucho menos. Si, gracias a Dios, en España no hay un periódico público, ¿por qué tiene que haber radios públicas y teles públicas? Y, como es el caso, habiéndolas, ¿por qué estas siempre son plataformas propagandísticas del gobierno de turno financiadas a manos llenas por todos y cada uno de los ciudadanos?
 
Ayer, la televisión pública española, organizó el único debate que para mí cumple los requisitos del sentido común y del sentido democrático: todos los partidos con representación parlamentaria. Puede ser discutible que en un debate se incluya a un partido emergente con grandes expectativas, pero para mí no es en absoluto discutible lo infumable de expulsar al que tiene diputados. El debate de ayer, que yo seguí por Telemadrid a pesar de estar organizado por RTVE, en contenidos no tuvo nada que envidiar al debate, hasta la sopa, que organizó Atresmedia.
 
No entiendo nada. No tengo nada que objetar a una empresa privada que ha organizado un debate poniendo sus condiciones y además ha sido un éxito pero, ¿es de recibo que habiendo exclusiones importantes el resto, cual buitres, las acepten y vayan? ¿Alguien me lo explica?
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