No soy nada partidario de lo público y de los medios de comunicación públicos mucho menos. Si, gracias a Dios, en España no hay un periódico público, ¿por qué tiene que haber radios públicas y teles públicas? Y, como es el caso, habiéndolas, ¿por qué estas siempre son plataformas propagandísticas del gobierno de turno financiadas a manos llenas por todos y cada uno de los ciudadanos?
Ayer, la televisión pública española, organizó el único debate que para mí cumple los requisitos del sentido común y del sentido democrático: todos los partidos con representación parlamentaria. Puede ser discutible que en un debate se incluya a un partido emergente con grandes expectativas, pero para mí no es en absoluto discutible lo infumable de expulsar al que tiene diputados. El debate de ayer, que yo seguí por Telemadrid a pesar de estar organizado por RTVE, en contenidos no tuvo nada que envidiar al debate, hasta la sopa, que organizó Atresmedia.
No entiendo nada. No tengo nada que objetar a una empresa privada que ha organizado un debate poniendo sus condiciones y además ha sido un éxito pero, ¿es de recibo que habiendo exclusiones importantes el resto, cual buitres, las acepten y vayan? ¿Alguien me lo explica?