Dejemos atrás las cuestiones políticas, el tinte revanchista del asunto e incluso la vertiente ética -el universal ‘dejar descansar a los muertos’- y vayamos, solamente, a la cuestión de las prioridades: el Gobierno anunciaba el pasado viernes en el Consejo de Ministros la puesta en marcha del plan Veca, una iniciativa destinada a paliar el hambre y a mitigar la pobreza de 375.000 niños y adolescentes en la España de 2018.
Diez millones de euros. Diez millones para 375.000 niños y más de dos meses de verano -sin colegio y, por tanto, sin comidas saludables para muchos de esos niños-. La división es sencilla y el resultado… vergonzoso: 0.44 euros por niño y día. Es el doble de lo presupuestado por el Gobierno de Rajoy, sí, pero sigue siendo ridículo.
Mientras, tenemos a nuestros políticos monclovitas empeñados -encantados- en la exhumación de los restos de Francisco Franco. Enterrado hace más de 40 años en el Valle de los Caídos contra su propia voluntad. Cuánto costará la exhumación de Franco es, por ahora, un interrogante. Pero seguro que ese dinero -poco o mucho- sería mucho más útil engrosando las arcas del plan ‘Veca’. También, por ejemplo, parte de los casi 300 millones de euros que recibe la radiotelevisión pública de Cataluña, refugio de golpistas y aspirantes a presidio.
Por cierto, ya saben que los golpistas más célebres viajan ya de vuelta a su Comunidad Autónoma -que de su país, mal que les pese, no han salido todavía-, como parte de la ‘normalización’ por la que trabajan tanto el Gobierno de Sánchez como el de Torra. Normalización que pinta a diálogo, a un ‘aquí no ha pasado nada’ que esperemos no llegue a la Justicia -hasta ahora firme en la lucha contra quienes liquidar la unidad de España- con el cambio en la Fiscalía General del Estado. Les contaremos hoy las novedades al respecto: novedades en Cataluña; novedades en el Valle y, cómo no, las novedades que nos dejen los candidatos a presidir el Partido Popular, en plena campaña fratricida.