«Juro aplicar de verdad la Constitución italiana, ignorada por muchos, y juro hacerlo respetando las enseñanzas contenidas en estos sagrados Evangelios», ha asegurado el líder de Liga Norte, Matteo Salvini, portando un rosario
En un acto de campaña en la Plaza del Duomo de Milán, el candidato con más posibilidades de alzarse con la victoria, Matteo Salvini, ha sacado un rosario, un ejemplar de la Constitución y unos Evangelios y ha pronunciado a un particular juramento: “Juro ser fiel a mi pueblo, a sesenta millones de italianos, de servirle con honradez y valentía; juro aplicar de verdad la Constitución italiana, ignorada por muchos, y juro hacerlo respetando las enseñanzas contenidas en estos sagrados Evangelios”.
La web Infovaticana abordaba este lunes cómo el desconcertantemente popular parlamentario ‘tory’ Rees-Mogg animaba a los católicos a entrar en política y, sobre todo, a no tener miedo de dar testimonio de su fe en la plaza pública, asegurando que la sociedad, aunque no está de acuerdo con él, siempre respeta a un católico que no teme declarar sus firmes principios enraizados en la fe.
“Caballeros -dijo-, soy católico. Siempre que me es posible, voy a misa cada día. Esto es un rosario. Siempre que me es posible, me arrodillo y rezo las cuentas cada día. Si me rechazáis por mi religión, daré gracias a Dios por haberme ahorrado la indignidad de ser vuestro representante”.
Una pausa, un silencio que se podía cortar. Y, enseguida, un atronador aplauso. Belloc logró el escaño. No por ser católico, obviamente, sino por ser valiente y coherente. Los católicos llevamos demasiado tiempo repitiéndonos y repitiendo a nuestros políticos que “en las elecciones hay que hablar de política”, como si la fe no condicionase nuestra visión total del mundo y, por tanto, de los principios que rigen la vida política.
Pero, sobre todo, que la fe forma parte integral de lo que somos y, por lo mismo, de lo que debemos mostrar a los demás. Salvini difícilmente está ‘utilizando’ la fe como cínico instrumento de manipulación electoral, porque no puede decirse que los principios cristianos gocen de demasiada popularidad en estos momentos. Pero en un tiempo en que cuesta encontrar clérigos que no hablen como jefes de relaciones públicas de una ONG, yo personalmente agradezco al candidato de la Liga Norte su gesto valiente.