A los hombres les cuesta más pedir ayuda para resolver sus problemas que a las mujeres. Eso, y ser más impulsivos, incrementa las posibilidades de este trágico final.
Los resultados que facilita cada año el Instituto Nacional de Estadística no dejan lugar a dudas sobre el mayor número de hombres afectados por el suicidio frente a las mujeres afectadas: en el año 2016 se suicidaron en España 3.569 personas (un 0,9% menos que el año 2015), de las cuales 2.662 (74,5%) eran hombres y 907 (25,5%) mujeres. Estas cifras son muy similares en casi todos los países occidentales, siendo la diferencia de 1,6 en los países orientales.
Quizá porque persiste la ideología masculina ‘tradicional’, que identifica la masculinidad con expectativas sociales como la fortaleza, racionalidad, dominación, competición, poder, invulnerabilidad… Parece que emociones como la tristeza, la ansiedad, la impotencia, la incertidumbre o la indecisión deben ser controladas y compensadas. Y eso hace que muchos hombres se convenzan de que tienen que resolver sus problemas por ellos mismos y no hablan de lo que sienten.
Sin salida
En pasados años, con cifras notablemente altas de suicidios (2013 y 2014), el Teléfono Contra el Suicidio ha conocido casos de suicidios de hombres justo cuando les llegaba una carta definitiva de desahucio, al no ver otra salida ante la desastrosa gestión de sus problemas económicos. También es digno de subrayar que la depresión es poco diagnosticada entre hombres, lo que incrementa el riesgo de suicidio.
La psiquiatra Carmen Tejedor (una de las voces más autorizadas en este tema, ya que fue la impulsora del primer plan de prevención de suicidio que se aplicó en España en el hospital Sant Pau de Barcelona y consiguió en cinco años reducir las muertes en un 20%) ya decía en el año 2010 que la desproporción entre hombres y mujeres se debe a factores genéticos y biológicos, lo que les hace más impulsivos y más resolutivos. Sin embargo las mujeres intentan suicidarse más que los hombres, pero sus métodos son menos agresivos.
El ahorcamiento, el salto al vacío o las armas de fuego son más utilizados por los hombres, mientras que los venenos caseros y la ingestión de medicamentos son más utilizados por las mujeres, lo que hace que tengan más posibilidades de ser salvados en los últimos momentos.
Muchos profesionales de la salud indican que la principal causa que lleva al suicidio es la depresión, la soledad y la falta de comunicación en la que están sumidas muchas personas en nuestra sociedad.
Si bien no se han realizado estudios profundos que puedan determinar los motivos por los que los hombres se suicidan triplicando el número de mujeres, se puede empezar a vislumbrar a través de los resultados que está teniendo el proyecto social que ha puesto en funcionamiento la Asociación la Barandilla con el TELÉFONO CONTRA EL SUICIDIO atendido por profesionales de la salud mental que atienden gratuitamente a las personas que tienen ideas suicidas a través del Teléfono 910 380 600. Este teléfono es atendido por 6 psicólogas, un psiquiatra y una terapeuta ocupacional todos los días del año de 9 de la mañana a las 21 horas. Por la noche se facilita el teléfono especializado en suicidios del Teléfono de la Esperanza ya que ambas entidades trabajan juntas en beneficio de las personas con ideas suicidas.
El TELÉFONO CONTRA EL SUICIDIO se ha puesto en funcionamiento el pasado 2 de febrero y en los dos primeros meses recibió en su horario de 9 a 21 horas un total de 108 llamadas, resultando que de ellas 55 eran llamadas de mujeres y 53 eran llamadas de hombres, confirmado la idea que se tenia de que las mujeres comunican más sus ideas de suicidio y que los hombres piden menos ayuda que las mujeres ante este grave problema de salud nacional que hace que cada día se suiciden 10 personas en España. Este proyecto social esta habilitado para toda España, pero todavía no han recibido ninguna llamada de ayuda desde las comunidades de Asturias, Navarra, Extremadura ni desde las Isla, habiendo recibido llamadas de apoyo desde el resto de las otras provincias.
El pasado 21 de febrero la Asociación la Barandilla firmo un convenio de colaboración con la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados, ya que el juego produce muchos suicidios ante la falta de salida que ven muchos ludópatas cuando tras perder su patrimonio por culpa de las maquinas tragaperras, casinos o cualquiera de las otras posibilidades que se tiene en España para jugar son incapaces de enfrentarse a todos los problemas que les acarra su adicción y ven en el suicidio la única salida a sus problemas.