Para buena parte de la población, llegar a final de mes resulta a menudo complicado. Por muy milimetrado que se tenga el presupuesto para gastos, pueden aparecer imprevistos o pagos ineludibles difíciles de afrontar sin una aportación extra de capital. En estas circunstancias, gran número de personas hace lo que comúnmente conocemos como “tirar de Visa”, es decir pagar con una tarjeta de crédito.
Sin embargo, existen otras opciones de financiación para hacer frente a necesidades de liquidez puntual. Hablamos de los minicréditos online, una fórmula de crédito que permite conseguir dinero de forma rápida y fácil. Pero, ¿qué alternativa resulta más adecuada para los bolsillos? Para dar respuesta a esta pregunta, es preciso conocer con un poco de detalle las características de estos dos productos financieros.
Tarjetas de crédito, ventajas e inconvenientes
Por regla general, los bancos ponen a disposición de sus clientes dos tipos de tarjetas: las de débito y las de crédito. Las dos permiten pagar sin tener dinero en efectivo, pero en la primera la cantidad gastada se descuenta automáticamente de la cuenta. Eso significa que, si no se dispone de saldo, la operación de compra de un producto no se puede realizar.
En las tarjetas de crédito, por el contrario, el dinero de cualquier compra se descuenta en un día determinado del mes, normalmente el 1. De esta manera, el usuario puede adquirir lo que precise sin necesidad de disponer de saldo. Tan solo debe estar atento a ingresar dinero suficiente antes de que se llegue el día de liquidación, ya que, de lo contrario, la cuenta se quedaría al descubierto.
Puede ocurrir, sin embargo, que en la fecha de liquidación de la tarjeta, la cuenta asociada esté a cero. En ese caso, las entidades adelantan el dinero, pero cobran unos intereses que pueden resultar gravosos para el consumidor y que suelen oscilar entre un 12 y un 20 %.
Minicréditos, una alternativa a considerar
Los minicréditos online son una fórmula de financiación muy utilizada actualmente por los consumidores para cubrir imprevistos o incluso gastos programados. Las principales ventajas de este producto sobre las tarjetas de crédito son las cantidades disponibles y la flexibilidad en la devolución del préstamo.
Las tarjetas de crédito tienen un límite de gasto diario y se liquidan en una fecha determinada. Por contra, los préstamos de Kredito24, una de las empresas con mayor experiencia en el sector, permiten alcanzar cantidades más grandes y elegir la forma de devolución. Eso sí, los minicréditos siempre cobran intereses, mientras que las tarjetas no lo hacen si existe saldo en la cuenta. Para conocer en detalle estos aspectos, las empresas incorporan simuladores en sus páginas web que permiten conocer con exactitud las cantidades a retornar.
Otro punto a favor de los minicréditos se encuentra en los requisitos para su obtención. Los préstamos rápidos no exigen nóminas ni papeleos y pueden ser solicitados por cualquier persona, incluso si está incluida en una lista de morosos. Tan solo es necesario poseer un DNI y una cuenta bancaria en la que ingresar el dinero solicitado.