Las cosas están cambiando en una España en la que, de golpe, la pregunta más escuchada cuando se acerca el cuarto viernes de noviembre es ‘¿qué te vas a comprar en el Black Friday?’. Una jornada de rebajas teñida de modernidad y extranjerismos que consigue amedrentar a todo el que no tenga una lista perfectamente planificada de todas esas cosas que no sabía que necesitaba pero sin las que ya no puede vivir. Ofrecemos algunos consejos para que ese Black Friday no acabe siendo el ‘black fraude’.
Italia
Miramos ahora a Italia, donde una encuesta de Ipsos Mori desvela que el 49% de la población se siente «extraña» en su propio país. Un sentimiento que procede, según los datos del sondeo, de la radiografía nacional que surge tras los acuerdos de Bruselas y Turquía y tras más de un año de política migratoria made in Merkel. Repetimos: el 49 por ciento de la población…
El fracaso de la UE: 'Nos sentimos extranjeros en nuestro propio país'
Del procés al cuponazo
En materia nacional, analizamos con cifras el timo del Cupo Vasco, un timo que sólo se explica echando la vista atrás y recordando cómo históricamente los grandes partidos se han valido de los votos del separatismo para conseguir investiduras y Presupuestos para alegría del independentismo, que maneja -gracias a una injusta y desproporcionada ley electoral- a sus anchas la política nacional. Y lo peor: que este jueves sólo hubo una voz en el Parlamento que denunciara que el emperador va desnudo.
El fraude del 'cuponazo' vasco explicado con cifras (que no cuadran)
La violencia
Antes de despedirnos… Este viernes, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, nos sumamos al deseo de que desaparezca esta horrible realidad. Pero pedimos que desaparezca también la violencia ejercida contra niños en su entorno familiar, la violencia contra los hombres y, en fin, la violencia doméstica. Quizá si nuestros políticos se rindieran ante la evidencia y reconocieran que ese «enfoque de género» de la lucha contra la violencia intrafamiliar no está funcionando, podríamos emprender un camino para conseguir ese objetivo de ‘ni una menos’ (y ‘ni uno menos’ y ‘ni un pequeño más maltratado en su casa’).
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