El ejército de Argentina ha llegado esta tarde —a mediodía en el país— a la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe. El Gobierno de Javier Milei ha enviado 22 furgonetas militares para reforzar la acción de las Fuerzas federales que tratan de controlar la situación de inseguridad provocada desde la semana pasada por varias bandas de narcotraficantes.
En los últimos días han sido asesinadas al menos cuatro personas. Bruno Bussanich, trabajador de una gasolinera de 25 años, Héctor Figueroa y Diego Celentano, taxistas de 43 y 32 años respectivamente y Marco Daloia, un conductor de autobús de 39 años.
La operación militar la coordina el ministro de Defensa, Luis Petri, que anunciaba este miércoles la inminente llegada del Ejército de Argentina. Las cuatro víctimas fueron elegidas al azar y al parecer no tenían ningún vínculo con las bandas. Tampoco les robaron. Sus muertes habrían sido un aviso del narco al nuevo Gobierno, que combate de manera más estricta sus actividades ilegales. En los últimos años centenares de personas han sido asesinadas por estos delincuentes en Rosario.
Coordinando con los jefes del EMCO las operaciones de apoyo a las acciones que llevará a cabo, en Rosario, el Ministerio de Defensa. pic.twitter.com/qiVtu2YxUm
— Luis Petri (@luispetri) March 11, 2024
La provincia se ha dividido en ocho zonas para poder controlar de manera más efectiva la seguridad hasta que termine la espiral de violencia desatada por las pandillas. La función principal de los militares será prestar apoyo logístico, mientras que sobre el terreno siguen las Fuerzas de Seguridad.
Petri también anunció en la tarde del miércoles la llegada de varios helicópteros militares que finalmente no han podido desplazarse por el mal tiempo. Esperan hacerlo en los próximos días. En cuanto al personal militar desplegado en la ciudad, por ahora serán choferes, ingenieros, técnicos y cocineros.