«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
EL SISTEMA RECUERDA A Venezuela y A otros países con sistemas similares

AMLO pretende demoler el sistema electoral mexicano implementando el voto electrónico

El presidente socialista de México, Andrés López - Foto: Europa Press

Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sabiendo que no cuenta con los votos suficientes para reformar la Constitución, envió el pasado jueves 28 de abril un paquete de iniciativas a la Cámara de Diputados que, entre otras cosas, pretende demoler al Instituto Nacional Electoral (INE), un pilar de la democracia mexicana que costó sangre, sudor y lágrimas erigir.

Entre las intenciones de AMLO están ahorrar dinero en las elecciones, colocar funcionarios electorales que fueran electos por los ciudadanos y no por acuerdos entre los partidos, pero en las actuales circunstancias políticas nacionales de México, el partido oficial, MORENA, llevaría ventajas en todo.

Según palabras del propio presidente socialista, su reforma intenta: “La reducción del número de diputados y senadores plurinominales; la reducción del financiamiento a los partidos políticos; la reducción del costo de las elecciones y la implementación del voto electrónico dentro y fuera del país”.

El primero de los puntos, que haya menos legisladores, pero que sean votados no por distritos electorales, sino por listas estatales, cuando MORENA tiene una mayoría de los congresos a nivel nacional, suena ventajoso para ese partido fundado por el mandatario socialista, partido que, además, forma parte del Foro de Sao Paulo.

La reducción de fondos a los partidos políticos, siendo que el que recibe más fondos es el más grande, de nuevo MORENA, y que los de oposición reciben menos, pero necesitarían mucho más para poder ser competitivos contra la maquinaria de estado a la que se están enfrentando, es interpretada como otra jugada más que beneficia al oficialismo.

La reducción del costo de las elecciones suena como algo muy positivo a lo que nadie podría oponerse, pero no es así, ya que en el fondo con ello se está desmantelando al INE.

Por último, implementar el voto electrónico trae a la memoria de inmediato las irregularidades que se han operado en Venezuela y en otros países con sistemas bastante similares, en donde se habrían aplicado algoritmos complicados para favorecer a partidos oficiales de manera irregular.

Dicho de otra manera, no hay confianza en el voto electrónico en México. Al menos, no lo hay desde la oposición, tan curtida en prevención de fraudes electorales de todo tipo, y que ahora podrían simplemente adoptar el camino electrónico.

“Las cifras de participación en las elecciones de la Asamblea Constituyente de Venezuela fueron manipuladas por un mínimo de un millón de votos, denunció Smartmatic, empresa a cargo del sistema de votación y que ha trabajado en la gestión electoral de ese país desde 2004.

En conferencia de prensa en Londres, el presidente de Smartmatic, Antonio Mugica, dijo que, sin ninguna duda, “el cambio de las recientes elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente fue manipulado”, reportó la Agencia Reuters, según recogió el sitio web Aristegui Noticias el 2 de agosto de 2017.

Ese es el tipo de problemas que podría enfrentar México cuando un gobierno socialista y cercano al de Nicolás Maduro anuncia que buscaría la votación de forma electrónica.

Un peligro para la democracia

En una investigación publicada por el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, intitulada “Voto electrónico: Un peligro para la democracia”, se advierte:

“En varios países de Latinoamérica, las autoridades electorales están comenzando a voltear hacia las urnas de votación electrónicas. Los argumentos con los cuales presentan estas urnas a la población se centran particularmente en la disminución de costos del proceso electoral, una mayor agilidad en la obtención de resultados, y en poder tener más confianza en que las personas involucradas no engañen a la población con resultados ilegítimos, enfermedad de la cual Latinoamérica ha sufrido largamente. Las urnas electrónicas no son ya una novedad -han sido utilizadas por varios países, desde las primeras pruebas en la India en 1982 hasta una amplia base en la última década. Sin embargo, un análisis sobre las experiencias vividas en ellos dista de ser positiva- y dista de ser homogénea”.

Asimismo, la investigación presenta “un listado de experiencias en diversos países, ilustrando muy brevemente el tipo de problemas a que puede conducir la adopción del voto electrónico”:

-En 2004, el secretario de Estado de California, Kevin Shelley, descertificó y prohibió el uso de ciertos modelos de urnas electrónicas Diebold en cuatro condados, y ordenó a 10 condados adicionales dar pasos para mejorar la seguridad y confiabilidad de dichos equipos (Lucas 2004), al descubrirse que el software con que habían sido enviadas dichas urnas no era el mismo que el que se había sometido para certificación.

-La elección municipal de 2005 en Montreal, Canadá, se realizó utilizando urnas electrónicas, con resultados desastrosos — Del orden de 45,000 votos fueron contabilizados doblemente (Geist 2006). La autoridad electoral realizó un análisis de las elecciones, y publicó un amplio reporte (DGEQ 2006) analizando las causas y cursos de acción a seguir, entre los cuales se menciona la necesidad de tener acceso completo al código fuente, el empleo de pruebas de funcionalidad, establecimiento de un plan de respaldo en caso de problemas, la implementación de medidas estrictas para almacenamiento y resguardo de los equipos. Marcel Blanchet, funcionario electoral en jefe, (traducido) (…) opina que las urnas y terminales de votación electrónicas son tecnologías vulnerables. Más allá, la manera en que fueron manejadas no ofrece suficiente garantía de transparencia y seguridad para asegurar la integridad del voto.

-Ed Felten ha escrito en repetidas ocasiones respecto a lo inadecuadas que son diversas urnas electrónicas. Uno de los primeros ejemplos que publicitó, en 2006, es la pobre seguridad física en dichos equipos — Las urnas pueden ser abiertas por una llave genérica de cajones de oficina y minibares de hotel (Felten 2006).

-En Argentina, en 2007, se ensayó el voto electrónico en la localidad de Las Grutas, provincia de Río Negro. Hubo una muy gran cantidad de discrepancias entre el padrón electoral y el padrón registrado digitalmente, con lo que muchos votantes no pudieron expresar su voluntad. Mientras en las mesas tradicionales se registró del orden del 70% de votación, en las mesas con urna electrónica sólo se llegó al 40%. Además de esto, por errores en el manejo de la urna por parte de las autoridades de una de las casillas, ésta eliminó los registros en vez de guardarlos en la memoria externa. (Salinas 2008). El ciudadano Sergio Daniel Plos presentó un amparo para que su localidad no volviera a participar en elecciones electrónicas, escrito al cual se adhirieron aproximadamente el 10% de los votantes de la localidad (Busaniche 2007). En 2010, ante pasos que llevarían a la implantación de voto electrónico en la provincia de Salta, políticos de diversos partidos interpusieron un recurso refiriéndose al caso de Las Grutas (Busaniche 2010).

-Felten exhibe también el ejemplo de una estación de votación para las elecciones primarias en Nueva Jersey, 2008 (Felten 2008a), en que se puede ver un error aritmético al calcular la suma de votos.

-Las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América de noviembre de 2008, si bien no presentaron los graves problemas de legitimidad que sufrieron en 2000 y 2004, presentaron irregularidades en varios Estados. El periódico Anchorage Daily News (Alaska) reseña (Gordon 2008) Los siguientes casos: En Virginia y Pensilvania hubo varias descomposturas en las urnas electrónicas, lo que evitó que muchas personas no pudieran ejercer su derecho a voto. En algunos casos, les fueron presentadas boletas de tipo erróneo. Por otro lado, en Michigan, el día anterior a la elección se descubrió que varias de las urnas electrónicas presentaban desperfectos, por lo cual se instrumentó una votación tradicional, pero sin papelería electoral específica que presentara las garantías adecuadas de unicidad.

-Las elecciones primarias del Partido Laborista en Israel, 2008, tuvieron que ser pospuestas una vez que habían iniciado, dado que las urnas presentaban problemas de usabilidad. Algunas pantallas no registraban las respuestas de los votantes, otras registraban votos cuando no habían sido aún tocadas, o marcaban opciones equivocadas (Khoury, Singer-Heruti, Ilani 2008). Las fallas fueron generalizadas, tanto que el partido tuvo que cancelar la operación y repetirla al día siguiente al estilo tradicional, con sobres, papeletas y una urna de cartón.

-Después de que Holanda fuera uno de los países pioneros en implementación de urnas electrónicas, el grupo Wij vertrouwen stemcomputers niet (No confiamos en las computadoras votantes) presentó en vivo, en el programa de televisión EénVandaag, cómo modificar la programación de las urnas electrónicas Nedap. Este hecho llevó a un amplio debate, que culminó con un reporte de la Comisión Asesora en Procesos Electorales, recomendando en 2008 revertir la recomendación que llevó a la implementación del voto electrónico, y rechazando la propuesta de reimplementar una nueva generación de urnas electrónicas paliando este problema (WVSC 2009), (EPAC 2007). Hoy en día, los procesos electorales holandeses son nuevamente en papel, con conteo manual.

-Todo aparato electrónico emite radiación electromagnética dependiendo de sus procesos internos, mismos que pueden ser olfateados por equipos ubicados hasta a decenas de metros. Un ejemplo de esto, hecho completamente con equipo casero, es el ataque resultante de la convocatoria del Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSEB 2009) en 2009, por medio del cual, con equipo completamente casero, el atacante logró averiguar el sentido de cada uno de los votos sin acceso al equipo (Busaniche 2009, Felitti 2009).

-En la India, prácticamente la totalidad de la población vota en urnas exclusivamente electrónicas, desarrolladas por el gobierno nacional en las últimas dos décadas, la EVM. El funcionamiento interno de estos equipos se había mantenido en secreto para evitar que la comunidad dedicada a la seguridad en cómputo encontrara vulnerabilidades; en abril del 2010, un grupo lidereado por Alex Halderman, Hari Prasad y Rop Gonggrijp consiguió una EVM y publicó dos ataques que pueden ser llevados a cabo en unos cuantos minutos, y permiten alterar los resultados. Dado que la EVM no produce rastro en papel y la única evidencia es su estado interno, esta modificación es indetectable, y resulta simple «obligar» a estas máquinas a entregar resultados fraudulentos.

Ante todos estos antecedentes, el ensayo es determinante:

“La conclusión principal a la que el presente trabajo arriba es que el voto a través de urnas electrónicas no sólo es inadecuado el día de hoy para las necesidades de las sociedades latinoamericanas (y de otras latitudes), sino que es un tema con fallos insalvables desde su mismo planteamiento (…). Un sistema democrático requiere, en primer y muy destacado lugar, de confiabilidad. Los argumentos por medio de los cuales se invita al voto electrónico son falaces, y más que resolver una problemática, la exacerban”.

TEMAS |
Fondo newsletter