«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Movimientos antisistemas de la agenda de ultraizquierda

Antifa atacará a los Estados Unidos, gane Trump o pierda

Antifa, movimiento de ultraizquierda que impone su ley en los campus de los Estados Unidos y que lidera las protestas anti-Trump, . (John Rudoff/Sipa USA)

«Antifa no es una organización, es una idea», alega el candidato demócrata a la presidencia de EE.UU., Joe Biden. Pero el FBI reconoció que células anarquistas dentro del movimiento Antifa están bajo investigación como terroristas domésticos.

Y la siguiente amenaza es después del resultado electoral en EE.UU. de esta noche del 3 de noviembre. 

«Nuestra inteligencia muestra que no importa quién gane las elecciones, ellos [Antifa] están planeando una ofensiva comprometida con la destrucción del orden global… Su único propósito es crear confusión, miedo e intimidación», aseguró el veterano y experto en seguridad Robert Lewis para Fox News.

Lewis es un ex boina verde del Ejército de los EE. UU. También es fundador de la Primera Enmienda Pretoriana (1AP), una fuerza voluntaria de profesionales militares, policiales y de agencias de inteligencia.

Frente a la pregunta si la policía tenía la capacidad de enfrentar a grupos terroristas como Antifa, intervino el exagente del FBI Chris Swecker. Explicó que pueden, si se los permiten.

Uno de los problemas principales en la aplicación de la fuerza, sobre todo en ciudades gobernadas por demócratas, es cómo y cuánto han cedido frente a los reclamos de Black Lives Matter que exige desfinanciar e incluso desmantelar a la policía.

Swecker detalló que la policía solo puede ofrecer resguardo físico. Pero que necesita aplicar la Ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act), Ley de Chantaje Civil, Influencia y Organizaciones Corruptas.

De esa manera puede investigar sobre el financiamiento de los grupos terrorista y derrotarlos desde la raíz.

El ex agente describió a Antifa como un grupo ue busca el cambio político mediante la extorsión, la violencia y la amenaza constante.

Por su parte el jefe de policía de Detroit, James Craig, un hombre negro, sumó al reportaje ue «no se puede negociar con estos criminales». Recalcó que no se refiere a todos los manifestantes, sino a los «criminales» que se meten en las protestas para sembrar el caos.

Con respecto a la posible violencia postelectoral: si bien el Servicio de Mariscales de EE. UU. generalmente no analiza ninguna actividad potencial de cumplimiento, confirmó mediante Twitter que los Mariscales de los EE. UU. están listos para responder a los actos violentos de desobediencia civil en cualquier lugar del país.

El Servicio de Mariscales de EE.UU. responde al Departamento de Justicia, cuya portavoz Kerri Kupec advirtió que consideran presentar cargos contra los funcionarios de la ciudad en violentos disturbios, en el caso de Portland, donde incluso se han usado bombas molotov contra las fuerzas del orden.

También buscan arremeter contra los manifestantes violentos. La agencia de noticias AP informó que un memo del Departamento de Justicia indicó que el estatuto de sedición no requiere pruebas de un complot para derrocar al gobierno, podría usarse cuando un acusado intenta oponerse a la autoridad del gobierno por la fuerza.

Por definición el fascismo, dicho por su creador Benito Mussolini, es todo dentro del Estado y nada fuera de él. 

Muy distante a lo que ha sido la presidencia de Donald Trump, que ha logrado mediante la prosperidad del mercado (con menos del 3,5% de desempleo antes de la pandemia) que millones de ciudadanos abandonen el sistema de subvenciones de comida (welfare).

Si bien históricamente el fascismo (tercera posición) estuvo enfrentado al capitalismo de libre mercado, la  extrema izquierda ha logrado convertir a ambos en sinónimos. 

En gran medida porque ambos estuvieron enfrentados al comunismo que buscan instaurar: el fin del Estado tal y como lo conocemos, a cambio de una dictadura del proletariado.

Pero sobre todo todo por el juego psicológico que implica. Mediante el terror siembran la idea que el triunfo de Trump será un totalitarismo. Tanto que referentes de Hollywood aclaman votar en su contra “como si tu vida dependiese de ello”.

En medio de esta ola de terror los negocios en las ciudades principales de EE.UU., comenzando por la capital, están vallados y rodeados por barricadas, frente a la amenaza de los destrozos.

Para muchos, eso es señal que Donald Trump va a ganar. Pues la violencia viene por parte de grupos de extrema izquierda.

No obstante, los expertos de seguridad aseguran que habrá violencia gane quien gane.

Porque grupos como Antifa, lo que buscan es el caos.

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