«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
En una comparecencia televisada

Biden miente a los estadounidenses sobre las vacunas entre balbuceos inconexos y frases sin sentido

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. EUROPA PRESS
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. EUROPA PRESS

“Si te vacunas, no vas a ingresar en el hospital, no vas a estar en una UCI, y no vas a morir”, declaró ante las cámaras el presunto presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un extenso programa de la CNN.

Hace pocas décadas recuerdo haber oído decir a una colega que había vivido años en Estados Unidos que una de las grandes diferencias entre la cultura política española y la norteamericana es que allá un político sorprendido en la menor mentira era obligado a dimitir de forma fulminante.

La verdad es que los políticos de Estados Unidos mienten con tanto abandono y frecuencia como es común en su gremio a escala mundial, pero considero posible que antaño el electorado norteamericano fuera más intolerante con la mentira. Ahora, ya ven, el propio presidente puede mentir en algo tan grave y tan fácil de desmentir ante millones de televidentes.

El ‘maestro de ceremonias’ del evento, la estrella de CNN Don Lemon, tuvo que auxiliar al anciano mandatario en esta y otras ocasiones en los erráticos balbuceos de un Biden que dio numerosos indicios de que lo que todos sospechan -que su mente no atraviesa sus mejores momentos- es una verdad como un piano.

En esta ocasión se superó a sí mismo en incómodos silencios ante preguntas sencillas, balbuceos inconexos y frases sin sentido ni fin discernible. Pero la frase con que inicio este artículo cruza una línea clara y se instala en la mentira grave, peligrosa y descarada, hasta el punto de que los propios verificadores de la CNN tuvieron que reconocer que el presidente no decía la verdad.

La motivación la conocemos bien, porque es la gran noticia en el planeta, de Francia a Israel, de Gran Bretaña a nuestro país: la obsesión de nuestros mandatarios para que nos sometamos todos a una novedosa terapia génica experimental para combatir una enfermedad en declive con una tasa de supervivencia del 99,8%.

El propio Biden debió de ser advertido del disparate que había soltado alegremente, porque luego aclaró que, si una vez vacunado coges el virus, “no es probable que enfermes”. Por lo que dicen los números, no es probable que enfermes en cualquier caso, pero dejémoslo pasar.

Inmediatamente después volvió a estropearlo asegurando a los televidentes que la ‘vacuna’ cubre la ‘variante Delta’ y -otra vez- que no te contagias del covid si te vacunas. Fue un espectáculo doloroso de contemplar, se sea o no partidario del vetusto demócrata.

Lo curioso es que el presidente no pudo elegir un peor momento para sus mentiras, porque precisamente esa misma semana se supo que cinco operativos demócratas del Congreso y la Casa Blanca, ya vacunados, habían dado positivo en los análisis de diagnóstico para covid.

Si están simplemente contagiados o directamente enfermos es imposible saberlo, porque la Casa Blanca mantiene un discreto silencio sobre el particular. La portavoz Jan Psaki llegó a responder a un periodista que preguntó exactamente eso que para qué quería saberlo.

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