Para entender cómo sería la política exterior de Ecuador si gana la presidencia Andrés Arauz primero hay que estudiar la tendencia en bloque de la izquierda internacional.
Con la caída del Muro de Berlín y consigo del Telón de Acero, la izquierda internacional se organizó en el Foro de São Paulo. Sin el financiamiento soviético, la lucha armada de las guerrillas que desestabilizaron gobiernos por décadas en la Guerra Fría quedó atrás (salvo en Colombia, donde siguen en pie).
Luego de años de alimentarse del petróleo venezolano, la democracia sería la nueva vía y logró llegar al poder en varios países, entre ellos el Ecuador de la mano de Rafael Correa.
Pero, con la muerte de Fidel Castro, la destrucción de la economía en Venezuela, la detención de Lula Da Silva, la dimisión de Dilma Roussef, el triunfo de Jair Bolsonaro y la instauración de un gobierno de derecha, el Foro de São Paulo fue reemplazado.
Así nace el Grupo de Puebla. El ascenso de Andrés Manuel López Obrador brindó suelo fértil para la nueva cara de la izquierda, el progresismo.
La derrota del socialismo a finales del siglo XX dio lugar al socialismo del siglo XXI, donde ya no sería el protagonista el obrero o la lucha de clases, sino la lucha por la salvación del planeta, donde el hombre se posiciona como su destructor y por ende el industrialismo será el enemigo.
Este discurso se ve atravesado por lo que el neomarxismo llama interseccionalidad. Ya no por la lucha entre proletarios y burgueses, sino por el antagonismo creado entre el hombre y la mujer mediante el feminismo, que con el agregado de la “perspectiva de género”. Esta corriente enfrenta al heterosexual con el homosexual, pero sobre todo al transgénero con el cisgénero (la persona que se siente conforme con su sexo biológico).
En hispanoamérica tiene un agregado especial: las luchas del indigenismo, que Ecuador vio en su punto más álgido en octubre del 2019, en el marco de las “brisas bolivarianas” anunciadas por Diosdado Cabello y Nicolás Maduro. Las brisas comenzaron a soplar en Ecuador en forma de paralizaciones en las carreteras, cierres de vías y destrucción del patrimonio en medio de manifestaciones que exigían mantener subsidios al combustible fósil, lo que a su vez contradice la agenda ambientalista del progresismo.
Cabe aclarar que la noción de progreso del progresismo no es el de una mejor calidad de vida de las personas sino el rompimiento con cualquier concepto tradicional, sea moral, político o cultural y en su etapa más extrema incluso a nivel biológico. Acusan de “biologicista” a quien no limite la conducta humana a lo social. Es decir, va contra todo concepto objetivo de verdad, moral, ciencia y jurisprudencia.
Dicho eso, el Grupo de Puebla felicitó a Andrés Arauz por su desempeño en la primera vuelta electoral.
Lo destacan como el candidato progresista y lo desmarcan de su rival, Guillermo Lasso, a quien tildan de conservador.
Mediante este juego de palabras se destacan como el futuro y a su rival como el pasado. Cuando en realidad el progresismo es socialismo reencauchado.
Arauz reinstalaría el socialismo del siglo XXI
Como heredero de Rafael Correa, Andrés Arauz promete reconstruir aquello instaurado por su predecesor y que fue eliminado por Lenín Moreno, aún cuando el último fue vicepresidente del hoy prófugo.
Cuando Moreno llegó al poder –apoyado por Correa–, ambos se enfrentaron y el actual mandatario eliminó las alianzas y varias instituciones creadas durante el período de su predecesor. Cerró la sede de UNASUR cuya construcción costó alrededor de 45 millones de dólares. Removió de allí la estatua de Néstor Kirchner, por las acusaciones de corrupción que pesaban en su contra y desvinculó al Ecuador del ALBA y otros organismos alineados al socialismo del siglo XXI.
En cambio, Arauz promete el “retorno a la UNASUR y rechazo a los tratados de libre comercio”. También anuncia el retorno a CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, además de “rechazar los Tratados de Libre Comercio y Tratados Bilaterales de Inversión convencionales, y revisar los firmados, de comprobarse que afectan el interés nacional”.
El candidato Andrés Arauz aboga por recuperar las alianzas afines al socialismo del siglo XXI que se fortalecieron con el expresidente Rafael Correa, aliado del fallecido Hugo Chávez.
Arauz promete soberanía pero abraza a la ONU
No solo eso, propone “formar parte activa del grupo de países no alineados”, y “promover la democratización de la Organización de las Naciones Unidas y sus instituciones”.
En su plan de gobierno, Arauz promete “avanzar con la cooperación económica y financiera, a través de la implementación de la Nueva Arquitectura Financiera Regional”. También considera “necesario retomar los acercamientos con los países africanos y asiáticos e impulsar acuerdos de cooperación y complementariedad”.
China exige petróleo a cambio de préstamos
El gigante asiático es la única economía mundial que no se ha debilitado durante a la pandemia, pese a ser el lugar de origen. El empobrecimiento de las naciones provocará un aumento en la deuda. China tiene liquidez y tiene condiciones. En el caso de Ecuador: hay petróleo.
Para septiembre del 2020 el 59,8% del PIB del Ecuador correspondía a deuda, del cual el 69% corresponde a endeudamiento externo. Hasta ese momento el Ecuador le debía $5.288 millones a China.
La depredación del mar y la persecución a opositores chinos en Ecuador
Esto último resulta alarmante un cuanto el rol de China y sus atropellos sobre la soberanía nacional.
Es una preocupación dada la constante violación de los límites marítimos del Ecuador por parte de barqueros chinos que depredan al océano y a las especies marinas –muchas de ellas en peligro de extinción–.
También por cuanto el régimen comunista persigue a los practicantes del Falun Dafa, quienes acusan la desaparición de sus practicantes e incluso la extracción forzosa de sus órganos. Ahora el Partido Comunista Chino traslada dicha persecución a la prohibición de sus eventos en Ecuador.
La compañía de danza Shen Yun Performing Arts nació en Nueva York. No pueden todavía presentarse en China y en el 2015 , bajo el gobierno de Rafael Correa, la Casa de la Cultura Ecuatoriana impidió la muestra del ballet tradicional chino.
Meilin Klemann, portavoz de Asociación Falun Dafa en Argentina, estuvo en Ecuador cuando sucedió la censura. Acudió a la embajada de Estados Unidos y también al gobierno ecuatoriano, frente a la indignación de la cancelación apenas un día antes de la presentación.
En diálogo con La Gaceta de la Iberosfera explicó que:
«Practicantes desaparecidos pensamos que son millones, pero no podemos saber el número exacto. Hay entre 60 mil y 100 mil trasplantes de órganos por año en China desde el año 2000 (cuando empezó la persecución a Falun Dafa, que fue en julio del 1999). Recién en el 2013 hubo un sistema de donantes «formal» y en el 2017 hubo solo unos 5200 donantes inscriptos. Entonces, ¿de donde provienen el resto de los organos? Si uno hace el cálculo, son por lo menos 60 a 100mil desaparecidos que son asesinados a cambio de sus órganos en China por año».
Frente al hecho que China es la única economía que no se ha debilitado durante la pandemia, Meilín considera peligroso que brinde préstamos a los países de la región y que tenga condiciones a cambio (incluidas censura y persecución).
«El partido comunista chino siempre va trabajar para su propia ventaja, dentro de China y en los países fuera de China. El Partido Comunista Chino busca recursos naturales en todo el mundo y formas de transportarlos, por eso también la «franja y la ruta», recursos naturales y también comida», explica.
«Y con préstamos y «ayuda» siempre va a haber condiciones, y muchas tienen que ver con promover su política y «cultura» del Partido Comunista Chino, que también incluye suprimir cualquier voz que exponga la verdad sobre el PCCh. No te dan nada gratis o por buen corazón», agrega.
Siguiendo esa línea, el portavoz de Falun Dafa en Ecuador reclamó:
«Hemos intentando todo por decirles que están vulnerando la libertad de expresión del pueblo ecuatoriano, que están censurando la cultura en un país democrático y lo están haciendo a través de un país extranjero como es China».
Cuando sucedió dicha censura, el sitio de la embajada en Ecuador decía que los practicantes del Falun Dafa son mal vistos por el régimen por negarse a vacunarse.
Considerando la coyuntura actual, resulta doblemente consternante, pues la presión de China podría incidir en la obligatoriedad de las vacunas en la población so pena de ser perseguidos.
Aunque dicho escrito ya no aparece en el sitio oficial, todavía en la Embajada de China en México está visible un texto contra esta agrupación, donde establece que con “el fin de salvaguardar la estabilidad social y eliminar las absurdas ideas supersticiosas, el Gobierno declaró, en julio de 1999, la prohibición de la secta herética Falun Gong. Las amplias masas han dado una calurosa acogida a esta decisión”.
Ahora Arauz anuncia que “Ecuador mantendrá las mejores relaciones con todos los pueblos del mundo”. Es decir, sin importar cuán tiránico es un régimen, podrá ser un aliado.
En vista del legado censurador de su mentor, Correa, un triunfo de Arauz podría implicar una cohesión entre la política interna y externa, de la mano de fondos y por ende condiciones del Partido Comunista Chino.
