«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
LA IZQUIERDA ESPAÑOLA APUNTALA AL DELFÍN DE CORREA

El rol de Podemos en las elecciones de Ecuador

Ecuador está bajo la lupa. El interés en Sudamérica por parte de Podemos, la extrema izquierda española, es muestra del ánimo expansionista del socialismo del siglo XXI en su variante bolivariana.

Así como la red llegó desde La Habana hasta Caracas y desde allí a Madrid, ahora busca volver a instalarse en Quito.

Podemos celebra la victoria de Andrés Arauz en las elecciones ecuatorianas del 7 de febrero”, anunciaron en la cuenta oficial del partido izquierdista.

El candidato socialista quedó a la cabeza en la primera vuelta electoral. En segundo lugar quedó Guillermo Lasso, quien propone un Ecuador de encuentro que pondría fin al legado de fragmentación social que Rafael Correa propugnó por más de una década.

El 11 de abril Lasso y Arauz se enfrentarán en las urnas para definir quien será el próximo presidente del Ecuador. De cara a los comicios, Podemos está alentando al candidato designado a dedo por su aliado Correa.

El expresidente, que ahora está prófugo de la justicia en Bélgica, habría sido el facilitador de fondos de Podemos con dinero enviado desde Venezuela.

Por medio del Programa Prometeo, Correa destinó fondos a impulsar partidos de extrema izquierda como Podemos. En 2017, una vez después de que salió del poder, el programa fue disuelto.

Rafael Correa fue sucedido por su primer vicepresidente, Lenin Moreno, a quien posicionó en el cargo.

No obstante, una vez asumido el poder por Moreno, se convirtieron en enemigos. El Gobierno actual sostiene que durante la presidencia de Correa el presupuesto ejercido fue hasta 400 % superior con respecto al declarado: $247 millones de dólares.

De acuerdo con el sitio Juicio Crudo –que desenmascaró la instrumentalización política de la contaminación ambiental en la Amazonía–, los planes para relanzar el comunismo a nivel internacional se truncaron cuando Correa perdió la Presidencia.

Colocar a un aliado suyo en el Palacio de Carondelet podría garantizar que vuelva al país y no sea apresado por los cargos de sobornos y secuestro financiado con fondos públicos que pesan en su contra. Arauz dijo que en caso de ganar no lo perseguirá.

Podemos habría cumplido un rol para garantizar dicho retorno. El dinero público que recibió la formación de Pablo Iglesias para su campaña en las elecciones generales del 28 de abril de 2019 está bajo investigación por el Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid. Según lo hallado, los fondos circularon por México, Ecuador, Bolivia, Brasil y Argentina. Todo esto para gastos sin relación con los comicios de España.

La empresa Neurona Comunidad SL habría elaborado campañas publicitarias a favor de dirigentes de la izquierda populista latinoamericana.

Diputados de Vox España viajaron personalmente a Sudamérica para investigarlo.

“Nos prometemos una investigación en el Ecuador, que la Fiscalía lleve a cabo, para cuando estén a la luz los papeles de Podemos y se pueda ver de dónde viene el dinero. Y cuánto dinero se ha robado a los ecuatorianos para financiar un proyecto comunista en España”, dijo el eurodiputado Hermann Tertsch para el diario ecuatoriano Criterios Digital.

Es decir, el socialismo bolivariano se ha alimentado tanto en Ecuador del dinero de los contribuyentes españoles, como en España de los contribuyentes ecuatorianos.

En ambos países el derroche por parte de los burócratas se ha nutrido del dinero del pueblo.

Lo más grave es que ha sido también a expensas del empobrecimiento y la miseria de los venezolanos.

El Tribunal Supremo de Venezuela investigó la ruta de $54 millones de dólares que el régimen de Nicolás Maduro le entregó Podemos por medio de la CELAG, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica. Es más, Juan Carlos Monedero y Rafael Correa aparecen como miembros del Consejo Consultivo de la CELAG.

Bajo el gobierno de Correa en Ecuador el país se convirtió en el paso entre el chavismo y la Madre Patria. Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y Alfredo Serrano Mancilla aparecen entre los beneficiarios.

Los becados recibían entre $4.320 y $6.000 dólares, además el Gobierno ecuatoriano financiaba vuelos, vivienda, seguro de salud y parte de los consumos durante la estancia por un costo de hasta $4.000 por becado.

De modo que la red de financiamiento habría servido no solo para impulsar proyectos políticos sino también para fomentar la ideología comunista en la región.

La misma que pretende instalarse nuevamente en Ecuador el próximo 11 de abril.

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