Luego de una inaudita elección, el lunes 19 de abril se escogió como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado ―para el año legislativo que inicia― al parlamentario de ultraizquierda Alejandro Navarro, excandidato presidencial y amigo de Nicolás Maduro.
Luego de desconocer un acuerdo administrativo establecido en 2018 entre las fuerzas políticas, según el cual la presidencia de la mencionada comisión para este período le correspondería a la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido perteneciente a la coalición de gobierno (Chile Vamos); la izquierda ―en una incomprensible señal a la ciudadanía― decidió apoyar con sus votos al senador Navarro en vez de Felipe Kast (Evópoli) o Francisco Chahuán (Renovación Nacional, quien reemplazó al miembro de UDI, Iván Moreira, a quién le correspondía según lo acordado).
Fue el propio senador Kast quien hizo rápida mención a la relación entre Navarro y el líder del narcodespotismo venezolano, Nicolás Maduro: “Me parece de una hipocresía aberrante el que se nombre al único defensor de la dictadura más criminal de Latinoamérica como presidente de la comisión de Derechos Humanos”, señaló Kast, quién aprovechó de referirse a los senadores opositores que apoyaron al electo presidente de la comisión ―Adriana Muñoz (Partido por la Democracia) y Juan Ignacio Latorre (Revolución Democrática)―: “No tienen moral en hacer lo que han hecho”.
Luego de la acalorada jornada, los parlamentarios de Chile Vamos en la Comisión de Derechos Humanos decidieron recurrir a la Comisión de Ética del Senado, que se dedica a analizar y, de ser necesario, sancionar con arreglo a la ley y el reglamento, las acciones de los parlamentarios. En la instancia buscan “reestablecer el valor de los acuerdos administrativos que se pactan al interior del Congreso Nacional”.
De este modo, la acción ahora debe seguir el conducto regular mientras la Comisión encargada de velar por el respeto constante y permanente a los Derechos Fundamentales es presidida por un chavista, ideología que ha establecido una de las dictaduras más sanguinarias de América Latina.
Los vínculos con el chavismo
Cabe recordar aquí que Navarro expuso su respaldo a las acciones de Maduro en la edición XXV del congreso del Foro de São Paulo (2019) ―organización a la que el senador pertenece―. En aquella ocasión saludó al dictador llamándolo “presidente obrero”.
El senador también hizo una apología al código político venezolano impuesto por el chavismo, calificándolo como “la mejor constitución de América Latina y una de las mejores constituciones del mundo”.
Durante la reunión del Foro, el parlamentario chileno ya advertía los planes de cambiar la Carta Magna del país austral al señalar que esta era “mal oliente”.
“Tenemos una Constitución mal oliente, caduca, que tenemos que cambiar”, señaló Navarro.
Luego de estas declaraciones, el ahora presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta chilena, concluyó su intervención en el foro con la arenga “¡Viva Chávez! ¡Viva Nicolás Maduro! ¡Viva la revolución bolivariana!”. La delegación chilena que asistió a la instancia se reunió luego con el narcodictador, momento que fue compartido en redes sociales por el propio Maduro.