Se ha seƱalado, de manera generalizada, que la Constitución de la RepĆŗblica de Chile de 1980 es el origen de todos los malestares y desigualdades en el paĆs. Pues, como fue escrita en el periodo del RĆ©gimen Militar (1973-1980) mientras el general Augusto Pinochet estaba en el poder, se instaló un modelo āneoliberalā. AdemĆ”s, las izquierdas seƱalan que serĆa ilegĆtima porque se escribió en ācuatro paredesā, por lo que la redacción de una nueva constitución deberĆa recaer en un poder constituyente simbolizado en una convención constitucional que estarĆ” integrada por 155 miembros.Ā
No obstante, hay una gran cantidad de mitos en relación a la Carta Fundamental chilena que es necesario desmontar. Para esto, es necesario hacer una breve aproximación a los sucesos históricos. Y por ello es preciso hablar del quiebre institucional por parte de Salvador Allende.
Allende fue uno de los fundadores del Partido Socialista en Chile en 1933. Y si bien hizo carrera polĆtica dentro de la institucionalidad (fue diputado, ministro del expresidente Pedro Aguirre Cerda y senador) tambiĆ©n tuvo fracasos, pues, postuló cuatro veces para ser presidente de Chile. En las primeras tres oportunidades (1952, 1958 y 1964) fue derrotado.Ā
No obstante, para las elecciones presidenciales de 1970, Allende volvió como candidato por la coalición Unidad Popular (que conglomeró a sectores de la extrema izquierda), ocasión en la que logró el 36% de los votos. Es decir, no alcanzó mayorĆa absoluta, ademĆ”s, sus contrincantes lo siguieron de cerca āJorge Alessandri obtuvo 35% de votos a su favor y Radomiro Tomic el 28% de los votosā. Por ello, el Congreso Pleno tuvo que determinar entre las dos primeras mayorĆas, y con los votos de la Democracia Cristiana (DC, un partido de centro en ese tiempo), falló a favor de Allende, a cambio que este respetara la Constitución de 1925. Fue la primera vez en Occidente que un candidato abiertamente marxista llegó al gobierno a travĆ©s de las urnas.
Con Allende en el poder, rĆ”pidamente se agudizó la reforma agraria, la nacionalización de las empresas, de la banca y de la producción del cobre, mĆ”s el control de precios, provocando un dĆ©ficit fiscal. AdemĆ”s, con pocos meses en el poder comenzó la expropiación de empresas y terrenos agrĆcolas. La inflación promedio entre 1970 y 1973 fue de 135,5%. Desglosado por aƱo, en 1971 superaba en 30% anual, en 1972 superaba el 200% de inflación, y para 1973 era del 600%.
Hay que tener presente que la Unidad Popular buscó alcanzar el socialismo a travĆ©s de la institucionalidad pero tambiĆ©n por la vĆa armada. Por un lado, llegó a instalar militares en sus distintos ministerios como una forma de politizar esta institución. Pero por otro, distintos grupos guerrilleros que apoyaron al gobierno de Allende āquienes a travĆ©s de robos, secuestros, asesinatos y otros actos de violenciaā contribuyeron a una profunda división polĆtica, ambiente que prontamente fue denunciado, desde los partidos de derecha hasta la DC.Ā
Incluso, Allende seƱaló en 1971 que Ā«Yo no soy Presidente de todos los chilenos, soy Presidente de la Unidad PopularĀ» en un acto pĆŗblico en la ciudad de ValparaĆso.
Por el aumento de pobreza y una tremenda crisis debido al desabastecimiento de alimentos, la ciudadanĆa reaccionó ante la tiranĆa marxista. Recordada es la imagen en que las dueƱas de casa lanzaban migas de pan a los militares como una forma de llamarlos āgallinasā por no pronunciarse ante esta situación. TambiĆ©n las mismas golpeaban las cacerolas para seƱalar que la escasez de alimento mantiene las ollas vacĆas. En consecuencia, la oposición a su gobierno se acrecentó hasta la mayorĆa de los chilenos.
Esto fue discutido en El Acuerdo de la CĆ”mara de Diputados sobre el Grave Quebrantamiento del Orden Constitucional y Legal de la RepĆŗblica del 22 de agosto de 1973. En este documento se seƱala que āes un hecho que el actual Gobierno de la RepĆŗblica, desde sus inicios, se ha ido empeƱando en conquistar el poder total con el evidente propósito de someter a todas las personas al mĆ”s estricto control económico y polĆtico por parte del Estado y lograr de ese modo la instauración de un sistema totalitarioā. Paralelamente, el gobierno de Allende deseaba instalar un Congreso unicameral que fuera funcional a su ideario.
Las acciones terroristas de izquierda en Chile fueron comunes desde antes de 1970. En 1967 miembros del Movimiento Izquierda Revolucionaria (MIR) secuestraron a un Carabinero (policĆa chileno) quitĆ”ndole su uniforme y arma de servicio. En febrero de 1968 hubo una seguidilla de ataques explosivos en distintos lugares, como en el edificio del diario El Mercurio, en el consulado de EE.UU., y en la sede de la DC de la ciudad de Rancagua. Previo a la ceremonia en que Allende asumió como presidente de Chile, el 11 de agosto de 1970 hubo un enfrentamiento entre Carabineros y el MIR, falleciendo el cabo Luis Fuentes Pinedo. Con Allende en el poder, el grupo Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP) asesinó al ex Vicepresidente de la RepĆŗblica, Edmundo PĆ©rez Zujovic en 1971.Ā Ā
Por todo lo anterior y ante la evidente amenaza de que Chile se convirtiera en un paĆs comunista, el 11 de septiembre de 1973 tuvo lugar un Pronunciamiento Militar liderado por el general Augusto Pinochet. Durante este hecho, Allende se suicidó con una metralleta AKMS que le fue obsequiada por el dictador cubano, Fidel Castro, en La Moneda, el palacio presidencial, acción de la que fue testigo el mĆ©dico Patricio Guijón.
Por tanto, se suspendió la Constitución vigente y se llamó a una comisión para que redactara un anteproyecto constitucional. La Comisión OrtĆŗzar funcionó entre septiembre de 1973 y octubre 1978 ādicho de otro modo, durante cinco aƱosā, integrada por expertos abogados que elaboraron este texto constitucional. Entre sus miembros destacan Jaime GuzmĆ”n, Enrique OrtĆŗzar, Sergio Diez, Alejandro Silva BascuƱƔn, Alicia Romo, Luz Bulnes, entre otros.
Por las penurias que Chile vivió por parte de partidos y grupos de extrema izquierda, los miembros de la Comisión OrtĆŗzar seƱalaron que la nueva Constitución busca āel establecimiento de un precepto constitucional, similar al contemplado en la Carta de Alemania Federal, que declare contrarios a la Constitución a los Partidos o movimientos que sustenten Ideas o doctrinas marxistasā.Ā
El trabajo de los constitucionalistas fue espectacular. Pues, a pesar de la profunda crisis económica provocada por la Unidad Popular, lograron establecer los pilares del progreso. La Constitución de 1980 estableció que las personas son libres e iguales en dignidad y derechos; que se defiende la vida del que estĆ” por nacer hasta la muerte natural; la familia es el nĆŗcleo fundamental de la sociedad; y es el Estado el que estĆ” al servicio de la persona humana y no al revĆ©s. Asimismo, se estableció el derecho de propiedad y el principio de libertad personal y económica. Todo esto sustentado en un Estado Subsidiario el que fue apoyado por el plan económico conocido como āEl Ladrilloā, promovido por los Chicago Boys, logrando restaurar la economĆa en el paĆs.Ā
Con el retorno a la democracia plena, ambos pilares lograron que Chile, un paĆs históricamente pobre (para 1973, el 50% de la población estaba en esta situación) y que fue vĆctima de las miserias de Allende y la Unidad Popular, repuntara. En 1990, el 38,6% de la población se encontraba en situación de pobreza, mientras que para el aƱo 2017 solo lo estaba el 8,6%. La matrĆcula en educación superior tambiĆ©n tuvo un impacto positivo. Es mĆ”s, hoy tenemos mĆ”s mujeres que hombres educĆ”ndose en este nivel. Por lo tanto, se generó una movilización social nunca antes vista en el paĆs.
No obstante, en la actualidad las izquierdas han impulsado un relato lleno de mitos sobre la Constitución de 1980. Y no mencionan que fueron la Unidad Popular y el gobierno de Allende los que violaron sistemĆ”ticamente los derechos de los chilenos a travĆ©s de la lucha de clases. Fueron ellos los que generaron el quiebre institucional y que el RĆ©gimen Militar tuvo que contener. No hay un Pinochet sin un Allende y, a pesar de todo lo ocurrido en ambos gobiernos, Chile logró salir a adelante y destacar en la región gracias a la Constitución de 1980, como tambiĆ©n a los pilares económicos impulsados por los Chicago Boys. āEl PIB per cĆ”pita se multiplicó por 5 y la pobreza se desplomóā. Empero, las izquierdas han instalado el discurso que el texto constitucional vigente ha generado malestares, cuando la realidad es que logró que el paĆs tuviera tremendos avances destacando en LatinoamĆ©rica.
Es importante mencionar que entre las principales preocupaciones de los chilenos la redacción de una nueva Constitución no fue un tema hasta octubre de 2019. Por ejemplo, en 2014, Michelle Bachelet impulsó la idea de Asamblea Constituyente respaldado por movimientos sociales minoritarios pero no tuvo mayor adherencia ciudadana. Desde la academia, intelectuales de izquierdas tambiĆ©n buscaron instalar la discusión. Pero solo la insurrección del 18-O logró que esta agenda se asentara y que la institucionalidad viera como Ćŗnica salida a la violencia firmar āEl acuerdo por la paz social y una nueva Constituciónā en noviembre de 2019.
Y si bien, la redacción de un nuevo texto constitucional ha dado esperanza a muchos chilenos, la violencia no ha cesado y la polarización recuerda a aquellos tiempos del siglo pasado que se creĆan superados. Lo problemĆ”tico hoy es que, por los tiempos posmodernos que corren, es difĆcil la realización de un texto comĆŗn para todos los chilenos donde hay ausencia de sentido comĆŗn. La relativización de la violencia es una de las tantas evidencias de esta situación, como tambiĆ©n la tendencia a establecer un ācatĆ”logo de derechosā como ha ocurrido en otras cartas magnas de la región. Sin embargo, las elecciones a convencionales constituyentes, que coinciden con las de alcaldes, concejales y gobernadores regionales, pueden suspenderse y no realizarse el próximo 10 y 11 de abril por el incremento de contagios por el covid-19. En consecuencia, el proceso constituyente aĆŗn estĆ” en suspenso.