La candidata comunista Verónika Mendoza, de Juntos por el Perú (JPP), apoyada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y por el expresidente corrupto de Bolivia Evo Morales, la sufrido un auténtico batacazo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales al lograr únicamente ser sexta fuerza con el el 7,8% de los sufragios con el 52% de los votos escrutados-.
Ella una de las candidatas que provocaba mayores reservas entre los electores –un 53% no votaría por ella según Ipsos– debido a su declarada admiración por los tiranos comunistas Fidel Castro y Hugo Chávez, su perfil autoritario y su intención por cambiar el capítulo económico de la Constitución peruana.
Así, Mendoza recibió el apoyo de Morales a través de Facebook. En una conversación que transmitieron en redes sociales denominada “Encuentro Binacional: diálogos por la soberanía”, la candidata comunista comentó al líder del Movimiento al Socialismo (MAS) que sus propuestas coincidían con su legado político en Bolivia: una nueva Constitución y la nacionalización de los recursos naturales, especialmente el gas.
Mendoza, que fue la candidata a la presidencia en 2016 bajo la coalición Frente Amplio y logró en la primera vuelta la tercera posición con el 18,8% de los votos, ha contado con el asesoramiento en la campaña de Laura Arroyo, secretaría de análisis político y discurso de Podemos.
El periodista Aldo Mariátegui reveló que «la comunista hispanoperuana Arroyo es el nexo entre el líder podemita Pablo Iglesias y Verónika Mendoza, cuya alianza fue cerrada en noviembre de 2020 cuando se encontraron en La Paz durante la investidura de Luis Arce.
Gracias a todos los que se sumaron a esta campaña, gracias a los que nos dieron su voto. Lo honraremos con responsabilidad y valentía.
— Verónika Mendoza (@Vero_Mendoza_F) April 12, 2021
Aquí seguiremos al lado de la gente, defendiendo la vida, luchando por los cambios que nuestro país necesita❤️💚https://t.co/smPOeErLhi
En este sentido, alertó de que una presidencia de Verónika Mendoza, un hecho que finalmente no se producirá, habría provocado un “apocalipsis económico” debido a la fuga de capitales y la caída en la inversión privada, seguidos de una ofensiva de estatizaciones, controles de precios y subidas de impuestos, etc, y el riesgo de que agentes de los regímenes de Cuba y Venezuela se instalarán permanentemente en Perú.
