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OBJETO DE BURLAS EN LAS REDES

El globalista Foro de Davos celebra en un vídeo la pandemia, la ruina económica y el recorte de libertades

“Los confinamientos están mejorando en silencio las ciudades en todo el mundo”, reza la primer frase de un vídeo propagandístico que sus responsables, el Foro Económico Mundial, hizo público la semana pasada en redes sociales y que, vista la reacción indignada del personal, se apresuró a retirar. Era mucho y demasiado pronto, supongo.

Davos está arruinando el fascinante juego de la conspiranoia. Los capitostes reunidos en el Foro Económico Mundial, con el siniestro Klaus Schwab a la cabeza, que para ser el genio del mal de una película de Bond no le falta ni ese acento alemán que puede cortarse con una doble hacha, nos creen ya lo bastante marinados en propaganda como para levantar sus cartas.

Esta actitud está proporcionándonos el carcajeante espectáculo de una prensa convencional que se ve obligada un mismo día a publicar un artículo glosando las bondades del Gran Reinicio y, dos páginas más allá, otro desmontando la absurda conspiranoia de un Gran Reinicio.

La élite, ciertamente, está perdiendo todo contacto con la experiencia del hombre común. El vídeo ha sido objeto en redes de una riada de burlas, un vendaval de comentarios indignados y muy, muy pocos aplausos. Y es que el rebaño humano, después del mayor experimento sociológico y psicológico de la historia de la humanidad -un encierro planetario que ha arruinado negocios y países, dejado sin trabajo y en la miseria a millones, llevado al suicidio y a un sinfín de males a no pocos y enriquecido a los de siempre-, no está para que le cuenten, sobre la imagen de ciudades desiertas, que las emisiones de dióxido de carbono han descendido y que en el silencio de las urbes es más fácil detectar terremotos.

Así que Davos retiró el vídeo el sábado con una disculpa en Twitter, insistiendo, sin embargo, en lo del carbono. Porque el terror que toca cuando se desvanezca el pánico epidémico es el Cambio Climático.

Demasiado tarde. Los borregos están empezando a despertar, y el furor ha seguido destilando comentarios del común que confirman que no todo el mundo, lejos de ellos, está preparado para “no poseer nada y ser feliz” o deglutir esa carne de plástico que Gates nos asegura que pronto estaremos consumiendo todos en el Primer Mundo.

Por lo demás, el vídeo confirma lo que es ya evidente por mil señales: que lo que para el 99% de la humanidad es un terrible azote en todos los sentido imaginables -sanitario, económico, psicológico, social y político-, para la élite es, sino una bendición del cielo, al menos una ocasión de oro para avanzar en sus planes.

El propio Schwab tuvo en absoluto descaro de publicar hace unos meses un libro en cuyo título enlaza ambos conceptos, covid-19 y Gran Reinicio, y en el que detalla con candor el mundo que nos tienen preparado.

Pero la reacción de los comunes parece indicar que no todo el mundo duerme. No pocos llamaron la atención sobre la consciencia, cada vez más universal, de que quienes forman esta élite son los enemigos ocultos del pueblo a escala mundial, un poder que nadie ha elegido y que busca el control total de nuestras vidas influyendo en los gobiernos de todo el planeta.

Y en este proceso de despertar a lo obvio, algún que otro medio convencional empieza a sumarse al coro de los indignados. Así, el popular canal de televisión Skynews, en su filial australiana, a través de su colaborador y ex senador australiano Cory Bernardi, dijo con todas las letras que Davos es “el arquitecto del Gran Reinicio” y aspira a reducir a la gente a meros siervos de la gleba bajo el dominio de unos pocos oligarcas.

“Hay ciertas señales de alarma ante los que debemos estar muy atentos”, alerta Bernardi, para quien uno de esas señales es “cualquier organización que tenga la palabra “mundial” en su nombre”, como la Organización Mundial de la Salud, que ha dado “su visto bueno a China sobre la peste de Wuhan”, entre otras entidades supranacionales.

“Todas estas organizaciones están promoviendo una agenda para descarbonizar, desindustrializar y privar de poder al mundo occidental”, dijo. “Son parte de un plan concertado para rediseñar el capitalismo con una nueva imagen”. Y al frente de ese esfuerzo, asegura, está el Foro Económico Mundial.

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