A la espera de los movimientos del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con respecto a Bolivia, el Gobierno izquierdista de Luis Arce no ha descartado volver a designar delegaciones diplomáticas en ambos países.
«Vamos a observar cómo evolucionan los primeros contactos, las referencias entre los dos países y se trabajará con seguridad en esa línea», ha avanzado el portavoz de la Presidencia, Jorge Richter.
«Buscamos ser complementarios, buscamos la independencia de cada uno de nuestros países, la no injerencia», ha recalcado Richter, para quien «lo importante es que las relaciones entre ambos sean con el debido respeto de la no injerencia en las cuestiones internas de cada uno», cuenta la agencia ABI.
En septiembre de 2008, el por entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, ordenó la expulsión del embajador estadounidense Philip Goldberg, a quien le acusó de conspiración y de «buscar la separación».
Un día después, la Casa Blanca, por entonces residencia oficial de George W. Bush, declaró persona no grata al embajador boliviano, Gustavo Guzmán, quien tuvo que salir de Estados Unidos.
Con motivo de la toma de posesión de Biden, el presidente Arce cumplimentó al estadounidense a través de Twitter con un mensaje que dejaba la puerta abierta un acercamiento.
«Saludamos al presidente Joe Biden, deseamos que su gestión permita forjar una nueva historia de igualdad, libertad y democracia, para el pueblo de Estados Unidos. Se deben construir lazos de confianza para una relación bilateral enmarcada en el mutuo respeto y la complementariedad», escribió.