El Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha señalado que la firma de la ‘Declaración de La Paz’ en Bolivia por parte del vicepresidente Pablo Iglesias «no tiene nada que ver con la asistencia de la delegación española» a la toma de posesión del nuevo presidente, Luis Arce, y se enmarca en «una posición individual y personal», según recoge el diario español El Mundo.
En la misma línea, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha desvinculado las actividades «particulares» de Iglesias del «objetivo del viaje» a Bolivia.
Robles ha señalado que esos viajes, en los pasillos hay entrevistas en las que cada dirigente político si quiere puede realizar «sus propuestas», pero ha reiterado que «lo que luego haya hecho el vicepresidente Iglesias le compromete a él» y es «al margen» del viaje oficial.
En Bolivia, Iglesias mantuvo un encuentro con los candidatos izquierdistas a las elecciones presidenciales de Ecuador y Perú, y firmó la ‘Declaración de la Paz’, en la que se sitúa al «golpismo de la ultraderecha» como «la principal amenaza de la democracia y la paz social.
El documento está firmado también por el propio Arce y el presidente en Argentina, Alberto Fernández, así como los tirano Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), Dilma Rousseff (Brasil), el griego Alexis Tsipras y el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
La ‘Declaración de la Paz’ es una respuesta a la ‘Carta de Madrid’ impulsada por la Fundación Disenso y firmada por más de 60 personalidades del mundo de la política, la cultura y la sociedad civil «en defensa de la libertad, la democracia y el Estado de Derecho en los países que forman parte de la Iberosfera» y una alerta al mundo sobre «el avance del comunismo», «una seria amenaza para la prosperidad y el desarrollo de nuestras naciones, así ́como para las libertades y los derechos de nuestros compatriotas».
