El nuevo presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, sigue demostrando su complicidad con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al renunciar a la denuncia ante el Tribunal Supremo del reparto de los fondos europeos.
Las preferencias de Feijóo parecen haber cambiado desde que ha asumido la presidencia popular. Mientras que en navidades, cuando solo era presidente de la Xunta de Galicia, envió un requerimiento al Gobierno socialcomunista en el que criticaba la «absoluta falta de transparencia» en el reparto de los fondos, ahora justifica que no acudirá al Supremo porque el Gobierno ha alegado «que se trataba de fondos para desarrollar una serie de proyectos piloto en esas comunidades autónomas que luego podrían extenderse al resto de comunidades», según recoge el diario El Mundo. «El Gobierno se comprometió además con Galicia a extender a todas las comunidades la convocatoria», añaden desde el PP.
En el pasado mes de octubre, a propuesta de la vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz, se concedieron subvenciones directas con cargo a los fondos europeos a cuatro comunidades autónomas afines al PSOE: Extremadura, Comunidad Valenciana, Navarra y País Vasco, tal y como quedó recogido en un Real Decreto que, en un primer momento, pasó inadvertido.
Así las cosas, Feijóo se niega a hacer frente al reparto caprichoso que Sánchez hace de la más que necesaria ayuda europea. Con su renuncia a la batalla judicial ante el Supremo, permite que se fortalezca el clientelismo de la izquierda y se beneficie a los amigos del poder.
Esta no es el primer gesto de cercanía del líder gallego con Sánchez. Tras su reunión el pasado 7 de abril con el presidente en Moncloa, aseguró que ha acordado con el socialista retomar «rápido» las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
