La Carta de Madrid tiene un nuevo firmante: Luis Karol León Vargas, vicepresidente del Partido Conservador Colombiano, que demuestra así el apoyo de su formación a esta iniciativa promovida por la Fundación Disenso en defensa de la Libertad frente al auge del comunismo en las naciones de la Iberosfera.
La firma se ha producido en el marco del viaje institucional a Colombia que esta semana están realizando Jorge Martín Frías, director de la Fundación Disenso, y el eurodiputado de VOX y vicepresidente de la Asamblea Parlamentaria Europa América Latina, Hermann Tertsch.
Muchas gracias a @LuisKarolLeonV, Vicepresidente del Partido Conservador Colombiano (@soyconservador) por sumarse a la Carta de Madrid en defensa de la libertad frente al auge del comunismo en las naciones de la Iberosfera pic.twitter.com/UpX0PlMmGP
— Fundación Disenso (@FDisenso) August 11, 2021
El Partido Conservador Colombiano, fundado en 1849, es uno de los dos partidos más antiguos de Colombia. Actualmente es el tercer partido más votado de Colombia, y su apoyo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2018 resultó fundamental para la elección del actual presidente Iván Duque. Con 14 senadores y 21 diputados en la Cámara de Representantes, su apoyo durante la actual legislatura ha representado una pieza fundamental para el Gobierno de Duque.
La Carta de Madrid
La ‘Carta de Madrid’ es una iniciativa auspiciada el pasado mes de octubre, por Santiago Abascal, líder de VOX y presidente de la Fundación Disenso, en defensa de la democracia y del Estado de Derecho frente a la amenaza comunista en la Iberosfera.
Este proyecto, que ya ha sido firmado por más de 120 personalidades del mundo de la política, la cultura y la sociedad civil, aspira a unir frente al totalitarismo izquierdista a defensores de la libertad a ambos lados del Atlántico y denuncia que «el avance del comunismo supone una seria amenaza para la prosperidad y el desarrollo de las naciones, así como para la libertad y los derechos de nuestros compatriotas». Una tarea, la de la defensa de la libertad, que compete a líderes políticos y sociales de visiones e ideas distintas, pero también a las instituciones, la sociedad civil, los medios de comunicación, la academia y a todos aquellos que vean en riesgo el respeto a los principios fundamentales de una democracia.