A pesar de la excelente cifra de crecimiento econĂłmico (10,6% en 2021), y de la estrategia de divulgaciĂłn con la que el presidente de Colombia, IvĂĄn Duque, ha dejado un sistema de educaciĂłn superior con gratuidad para los estratos 1-3 de la poblaciĂłn, el salario mĂnimo mĂĄs alto de la historia, amplios programas sociales y programas de incentivos para la generaciĂłn de empleo y el sostenimiento de transferencias y subsidios para la poblaciĂłn mĂĄs pobre; la opiniĂłn pĂșblica parece haber aterrizado en la desconfianza sobre su liderazgo y no parece haber tiempo para volver a despegar.
A pesar de los mĂșltiples escĂĄndalos de personas y candidatos al Congreso que forman parte del âPacto HistĂłricoâ (izquierda), la opiniĂłn parece estar castigando a los pocos, aunque muy sonados, escĂĄndalos de corrupciĂłn del actual gobierno y no tanto a los de los compañeros de viaje de Gustavo Petro. AsĂ, en el entorno de Duque, hoy se cuestiona desde el abuso de poder de alguien tan cercano al sanedrĂn de Palacio, como lo fue el asesor AndrĂ©s MayorquĂn (quien gestionĂł contratos en diferentes entidades para su esposa), hasta el gravĂsimo caso de âCentros Pobladosâ en el que estĂĄn involucrados personajes previamente condenados por sonados casos de corrupciĂłn, como Emilio Tapia.
La opiniĂłn pĂșblica expresa querer castigar en las urnas a quienes acompañaron al actual gobierno, pero las maquinarias partidistas no se atreven a perder el acceso a los recursos y a la burocracia del Gobierno central, que ha logrado mantener suficiente respaldo parlamentario a travĂ©s de  presupuesto y cargos, como suele ocurrir en Colombia.
A menos de un mes de las elecciones al Congreso y a tan solo tres meses de la primera vuelta presidencial, los candidatos de la coaliciĂłn âEquipo por Colombiaâ se ubican en los Ășltimos lugares de imagen favorable en la Ășltima encuesta de Invamer, divulgada el pasado 16 de febrero. Es muy probable que esto se desprenda de su cercanĂa con el actual presidente, cuya aprobaciĂłn ronda el 20%; pues dos de los precandidatos, David Barguil y Enrique Peñalosa, militan en partidos que hacen parte de la coaliciĂłn de gobierno: el Conservador y el de Unidad Nacional, respectivamente.
Oscar IvĂĄn Zuluaga, candidato Ășnico del partido de Duque, no pudo levantar vuelo y hasta el momento las encuestas lo muestran sin ninguna posibilidad de competir por la primera magistratura. De hecho, hoy mantiene una imagen desfavorable deL 45% y una imagen favorable de apenas un 15%. Sigue en punta el candidato de la izquierda radical Gustavo Petro, cuya imagen favorable sube de 34% a 42% en la Ășltima mediciĂłn de Invamer. AdemĂĄs, desde 2018 la imagen favorable de Petro no superaba su imagen desfavorable, que pasĂł de 44 a 40%, lo que vaticina su paso a la segunda vuelta y un muy probable primer lugar en la primera vuelta presidencial del domingo 29 de mayo.
Ya lo advirtiĂł la senadora MarĂa Fernanda Cabal cuando cuestionĂł la decisiĂłn de su partido de no participar en la consulta interpartidista para elegir candidato a la presidencia de la coaliciĂłn de centro-derecha âEquipo por Colombiaâ: si el âPacto HistĂłricoâ y la coaliciĂłn âCentro Esperanzaâ la doblan en votos, el resultado de la elecciĂłn presidencial estarĂĄ trazado y con pocas posibilidades reales de revertirse. Por mĂĄs que el expresidente Uribe estĂ© activo recorriendo el paĂs entregando personalmente volantes de comercio en comercio, de calle en calle, la falta de unidad y los conflictos internos en los partidos de la coaliciĂłn de gobierno han llevado a una situaciĂłn muy difĂcil donde el camino para el triunfo de la izquierda mĂĄs radical empieza a quedarse sin obstĂĄculos.
La derecha enfrenta una coyuntura muy difĂcil de la que solo podrĂĄ salir despuĂ©s del 13 de marzo, cuando valide su representaciĂłn en la CĂĄmara de Representantes y en el Senado de la RepĂșblica; para lo cual necesita la mejor relaciĂłn con el gobierno nacional, pues allĂ estĂĄ el conjunto de recursos que facilitan la movilizaciĂłn electoral.
DespuĂ©s de eso, con los escaños garantizados y un candidato definido en consulta, podrĂĄ reorganizarse y trazar una nueva estrategia que debe tener abierta la puerta para lograr un acuerdo polĂtico que incluya una sola candidatura presidencial el 29 de mayo. Si la posiciĂłn sigue siendo que el Centro DemocrĂĄtico lleva a Oscar IvĂĄn Zuluaga como su candidato y que en las urnas se defina quĂ© candidato de derecha pasa a la segunda, corren el riesgo de quedarse con los crespos hechos y tener que pasar a ser una fuerza pivotal que defina entre la izquierda radical de Petro y la moderada de la Centro Esperanza. En cualquier sentido, habrĂĄ perdido el poder.