El presidente izquierdista de Perú, Pedro Castillo, ha asegurado este martes haber respondido «todas las preguntas sobre los ascensos en las Fuerzas Armadas» que la Fiscalía le ha trasladado en su visita al Palacio de Gobierno, enmarcada en una investigación por nepotismo en la institución castrense peruana.
«Cumpliendo mi deber constitucional, recibí en Palacio de Gobierno a representantes de la Fiscalía de Perú, ante quienes respondí, en condición de testigo, todas las preguntas sobre los ascensos de las Fuerzas Armadas, como parte de la indagación preliminar que realiza el Ministerio Público», ha reseñado Castillo en su cuenta de Twitter.
«Nosotros damos la cara, no huimos del país, menos nos refugiamos en una Embajada; tenemos la conciencia limpia, actuamos conforme a ley y los compromisos asumidos con el pueblo», ha agregado el mandatario izquierdista, que ha respondido a las preguntas de la Fiscalía después de que su comparecencia, programada para el pasado 14 de diciembre, se aplazara.
El cuestionado presidente ha declarado durante casi cuatro horas sobre las presuntas irregularidades en los ascensos del Ejército peruano ante el fiscal supremo adjunto Ramiro González, el procurador general del Estado, Daniel Soria, y su abogado, Eduardo Pachas.
Este último ha confirmado que Castillo ha reconocido los mensajes sobre los ascensos de las Fuerzas Armadas que mantuvo con el entonces comandante general del Ejército, José Vizcarra, según ‘El Comercio’.
Según la Fiscalía peruana, se investigan delitos de abuso de autoridad y ascenso ilegal, infracciones previstas y sancionadas en el Código Penal, recordando que tiene la facultad de «llevar a cabo investigaciones a los altos funcionarios del Estado que tienen la prerrogativa del antejuicio constitucional».
El pasado 11 de noviembre, la fiscal general peruana, Zoraida Ávalos, abrió una investigación preliminar contra el ministro de Defensa, Walter Ayala, el secretario de la Presidencia, Bruno Pacheco, y contra aquellos que resultaron responsables del escándalo que estalló tras los presuntos ascensos irregulares dentro de la institución castrense del país.
