Hungría ha relajado las restricciones impuestas para contener la pandemia del coronavirus después de que las primeras vacunaciones hayan superado el fin de semana la cifra de 5 millones de personas en una población total de 9,8 millones.
Entre estas medidas, se ha suprimido el uso obligatorio de mascarilla en el exterior y el toque de queda nocturno, mientras que se seguirá usando la máscara en lugares públicos del interior, como en las empresas y en el transporte público.
Los viajes de los turistas seguirán restringidos, excepto para aquellos que se hayan vacunado en un país cuyos certificados de vacunación sean reconocidos por Budapest. Entre ellos se encuentran actualmente Rumanía, Serbia, Montenegro, Croacia, Eslovenia, Turquía y Bahréin.
El Gobierno húngaro ha hecho depender la flexibilización de las restricciones, no del número de casos, de los avances en la vacunación. El país está utilizando vacunas procedentes de Rusia y China junto con vacunas aprobadas para el conjunto de la Unión Europea.