Las elecciones legislativas en El Salvador del pasado domingo han dejado un panorama muy desconcertante por la aplastante victoria de la plataforma del populista con cariz dictatorial Nayib Bukele, que ascendió al poder en 2019 gracias a años de negligencia y los múltiples casos de corrupción bajo los gobiernos de los partidos tradicionales.
Según los resultados preliminares difundidos por el Tribunal Supremo Electoral, que ya ha iniciado el recuento final, Nuevas Ideas ha logrado 56 de los 84 diputados que conforman la Cámara. Sumados a los 5 de GANA, un partido aliado de Bukele, harían que el presidente controle la Asamblea Legislativa con mayoría cualificada (61), lo que le permitirá el control del Poder Judicial (elegir magistrados de la Corte Suprema de Justicia y al Fiscal General) y poder aprobar préstamos y más deuda, entre otras medidas.
Según los resultados preliminares oficiales, Bukele se quedaría a dos de la mayoría especial (supercualificada) de 63 diputados que le dejaría vía libre para limitar ciertos derechos constitucionales, ampliar la detención administrativa por más de 72 horas y ratificar tratados de límites territoriales.
Los índices de aprobación de Bukele, que rompió el dominio de los partidos tradicionales al ganar la presidencia en 2019, estaban por encima del 85%. Ahora los salvadoreños le han dado un poder casi absoluto que, a juicio de Ricardo Avelar, periodista del periódico salvadoreño ‘El diario de hoy’, «puede propiciar el descalabro de la democracia» en el país.
«Bukele se ha mostrado en estos meses irrespetuoso con las reglas del juego, no ha acatado sentencias judiciales de obligado cumplimiento, asaltó con los militares la Asamblea Legislativa… darle este poder, sin duda, pone en peligro el sistema democrático», ha señalado en declaraciones a La Gaceta de la Iberosfera.
Avelar hace hincapié en el hundimiento de los partidos tradicionales, que «han perdido toda credibilidad y el calado social que en un momento tuvieron». La Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), de derecha, ha pasado de 37 escaños a 14, y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de izquierda, de 23 a 4.
«Lo que les queda es aceptar la derrota y adaptarse a este nuevo escenario político», asevera, al tiempo que subraya que les quedará el rol de «dar voz a lo que sucederá en el interior de la Asamblea Legislativa» y de «denunciar las irregularidades» porque «lo que se viene a El Salvador son días complicados».
Un inmenso poder que facilita la continuidad de la plataforma de Bukele
Avelar incide en que Bukele ha sumado a su poder institucional y legislativo un gran despliegue territorial al hacerse Nuevas Ideas con 146 de las 262 alcaldías. Cabe sumar las 29 de GANA, su partido hermano, por lo que queda con 175, un poder inmenso que puede facilitar la continuidad de la plataforma de Bukele en la presidencia del país centroamericano.
¿Por qué? En El Salvador el mandato presidencial es por cinco años (sin posibilidad de reelección en periodos consecutivos), y el legislativo y municipal es de tres años. Ambas elecciones coinciden, por tanto, cada 15 años… y esta casualidad ocurrirá en 2024. Así Nuevas Ideas tendrá allanado el camino para seguir en el poder de El Salvador.
EEUU insta a ‘respetar la separación de poderes’
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido un comunicado felicitando a El Salvador por el «éxito de estas elecciones legislativas y municipales, y ha instado a los líderes electos a «comprometerse a eliminar la corrupción y respetar la separación de poderes».
Así, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha aplaudido la amplia participación de los salvadoreños en las elecciones, «a pesar de los numerosos desafíos planteados por la pandemia», y ha asegurado que los resultados «representan las voces del pueblo salvadoreño».
Asimismo, ha instado a todas las partes a que trabajen juntas para resolver «pacíficamente cualquier preocupación que quede sobre estas elecciones».
