La cadena de televisión CNN fue, durante el mandato del presidente Donald Trump, el buque insignia de la Armada Invencible del sistema contra la Casa Blanca. No podía vivir con él en el mismo país. Pero, ay, parece que tampoco puede sobrevivir sin él: la cadena ha visto desplomarse su audiencia desde que ha perdido su principal razón de ser, echar a Trump del poder.
Ha perdido más de la mitad de sus telespectadores voluntarios, es decir, los que conectan con la cadena deliberadamente, sin coacción ni amenaza, desde que Trump abandonó la Presidencia, informa alborozada su rival, la cadena Fox. Ha ganado, porque su objetivo era claramente llevar a los demócratas al poder, pero su victoria ha quitado todo aliciente para seguir soportando su clamoroso sesgo, incluso entre los suyos. Quién iba a decirlo, Trump era el mejor aliado comercial de la cadena.
En las tres primeras semanas de 2021, la media de visionado de la cadena fue de 2,2 millones de telespectadores, cifra que se ha desplomado a un millón, una caída del 54% en meses. Entre los grupos demográficos que más ha caído, a efectos publicitarios, está la franja de edad entre 25 y 54, que han desertado en más de un 60%. Del 28 de diciembre hasta la investidura del Biden, la audiencia pasó de 617.000 espectadores en ese universo demográfico a solo 244.000 desde que Biden tomó posesión.
Tampoco sus estrellas de programas en hora punta -Anderson Cooper, Chris Cuomo, Don Lemon- han conseguido mantener sus audiencias habituales con la nueva administración.
Entre las 8 y las 11 de la noche, CNN tuvo una media de 3,1 millones de espectadores desde el 28 de diciembre hasta el día de la investidura, que se redujo a 1,4 millones, un espectacular descenso del 55%. En este mismo periodo de tiempo, el elenco de programas de hora punta perdió el 63% de sus espectadores en esa franja crucial.
No es la única, naturalmente, pero sí la que más está sufriendo la deserción masiva de espectadores entre las cadenas ‘progresistas’ (prácticamente todas las grandes).
MSNBC, por ejemplo, perdió un 34% de los telespectadores de jornada completa y el 30% de los espectadores de su programación estrella. Hasta Fox cayó, aunque no significativamente.
Preguntado por el ‘podcast’ del New York Times ‘Sway’, Don Lemon, una de las estrellas de CNN que más se ha distinguido en su indisimulado y vociferante odio a Trump, sobre si está alarmado por este monumental batacazo, Lemon responde: «No. No me preocupa… Trump era una persona horrible. Y fue terrible para el país. Y es mejor para todos, para el mundo, que ya no sea el presidente de Estados Unidos”. Y añade: “Así que si eso supone que las audiencias de noticias por cable descienden, bueno, no me preocupa terriblemente. Prefiero que mi audiencia descienda y Trump esté fuera a que mi audiencia estuviera por las nubes y él siguiera ahí. Esa es la verdad sincera”.