Gustavo Petro ha cerrado filas con las facciones que hacen parte de su movimiento, el Pacto Histórico, para enfrentar la primera vuelta presidencial el 29 de mayo. La definición de Francia MĆ”rquez como su fórmula vicepresidencial es un mensaje contundente: solo importa la reunión de las fuerzas polĆticas de izquierda y no quieren llegar a compromisos con sectores de centro y mucho menos aquellos que son considerados cercanos a la derecha.
Por su parte, Federico GutiĆ©rrez (Fico), recorre el paĆs visitando a los dirigentes mĆ”s importantes de las diferentes fuerzas polĆticas que integran la coalición del Equipo por Colombia, de la que es candidato Ćŗnico, pero ademĆ”s anuncia encuentros incluso con el expresidente Juan Manuel Santos, algo que en los sectores de derecha que ganaron el plebiscito en 2016 no cae del todo bien. El objetivo de derrotar a Petro le permite a Fico buscar alianzas y acuerdos con todos los partidos y movimientos, y presentarse como el candidato de la unidad.
Llama la atención que el Centro DemocrĆ”tico sigue sin definir a quien apoyarĆ” formalmente, como partido, en las elecciones del 29 de mayo, alegando que la mayorĆa de sus militantes siguen sin participar en el mecanismo acordado para expresarse al respecto. Se trata de una encuesta que incluye ademĆ”s un conjunto de temas para que el encuestado defina los tres mĆ”s importantes. Vuelven a aparecer la reducción de la burocracia, la lucha contra la corrupción, la disminución de impuestos y formalización del empleo; asuntos que prometió el actual presidente, IvĆ”n Duque, y en los que su gestión es rechazada por la opinión pĆŗblica, segĆŗn datos de las Ćŗltimas encuestas, que lo muestran como el gobierno con la peor tasa de aprobación de los Ćŗltimos aƱos.
El escenario se presenta de la siguiente manera:
Petro es el candidato de una izquierda renovada en votos y escaƱos en el congreso que se posesionarĆ” el 20 de julio, pero con un programa radicalizado que anuncia el fin de los fondos de pensiones, el aumento de los impuestos y de su progresividad, el gobierno por decreto si no logra mayorĆas en el congreso, el establecimiento de medidas proteccionistas y la ampliación de programas sociales, es decir, del gasto pĆŗblico.
Sergio Fajardo estĆ” desesperado tratando de presentarse como la opción entre el petrismo y el uribismo, olvidando que Fico derrotó al candidato uribista para ser alcalde de MedellĆn en 2015 y que fue uno de sus mĆ”s importantes aliados en el concejo hace ya 19 aƱos cuando Fajardo encabezó el Gobierno de la ciudad. MĆ”s allĆ” de proponer ser una vĆa intermedia entre lo que Ć©l considera dos extremos, no ha trazado aĆŗn su propio camino, razón por la cual ha quedado estancado en las encuestas de intención de voto.
Ingrid Betancourt y el exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo HernĆ”ndez, mantienen sus discursos en contra de las maquinarias y de la corrupción, pero sin que la opinión tenga clara una propuesta de paĆs de su parte. No obstante, la carta de ser ajenos a la clase polĆtica y a la forma tradicional de movilizar electores, cuyo punto de partida es el clientelismo y la repartija del presupuesto nacional, sĆ tiene un terreno abonado y podrĆa aĆŗn dar una sorpresa. Si de algo estĆ”n cansados los colombianos es de un Estado ineficiente, lento, promotor de la impunidad y en manos de los polĆticos de siempre.
Enrique Gómez MartĆnez, heredero de la doctrina defendida por su abuelo, el expresidente Laureano Gómez, de su padre, el ex senador Enrique Gómez Hurtado, y de su tĆo, el expresidente de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 Ćlvaro Gómez Hurtado; ha logrado que lo inviten a los debates presidenciales, a pesar de no marcar bien en las encuestas, y ha sido la revelación. Sus propuestas y su claridad encienden las redes sociales. Su gran enemigo es el voto Ćŗtil de aquellos que prefieren derrotar a Petro en primera vuelta y ven un voto por Gómez como un riesgo, pues podrĆa terminar, segĆŗn ellos, favoreciendo a la izquierda.
Fico por su parte es el candidato que mĆ”s campo tiene para crecer y las fuerzas de derecha estĆ”n dispuestas a ceder en muchos asuntos, con tal de facilitar su candidatura y posterior Gobierno, exigiĆ©ndole, eso sĆ, que no recorra el camino de IvĆ”n Duque, a saber, prometer en campaƱa lo que se requerĆa para movilizar los votos mĆ”s conservadores, para luego alegar como presidente que es un social demócrata y celebrar que derrotó a la extrema derecha. Anunció que se reunirĆ” con el expresidente Juan Manuel Santos y hasta en eso parece estar encontrando respuesta positiva hasta en el uribismo. Debe proceder con cautela y sumar. Si comete el error de concentrarse en los votos que ya sacó el equipo por Colombia y sus partidos, sin ser mĆ”s agresivo en la bĆŗsqueda de nuevos respaldos, le deja el campo despejado a Petro.
A estas alturas -quiĆ©n lo creyera-, lo que defina el Centro DemocrĆ”tico es lo menos relevante para los candidatos. Su base mayoritaria ya estĆ” con Fico y a lo mejor por el malestar que hoy tiene con la dirección del partido es que no quiere participar en ningĆŗn mecanismo interno. Una de sus lĆderes mĆ”s importantes es MarĆa Fernanda Cabal, pero el partido, incluyendo al expresidente Uribe, buscan hacerla a un lado, por la Ćŗnica razón de ser conservadora y oponerse en muchas cosas al actual gobierno. Ella ya estĆ” con Fico e incluso compartió con los candidatos que tuvo el equipo por Colombia en el reciente partido de la selección colombiana de fĆŗtbol en Barranquilla. Cabal hoy lidera a las facciones mĆ”s disciplinadas e ideológicamente coherentes del Centro DemocrĆ”tico y esas ya estĆ”n alineadas, diga lo que diga el partido del presidente.