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Para cerrar el paso a Petro y al Foro de Sao Paulo de tomar Colombia

La candidatura de Fico Gutiérrez empieza a ganar respaldo para pasar a segunda vuelta

El ganador de la consulta del Equipo por Colombia, Federico 'Fico' Gutiérrez. Twitter

La adhesión del Partido Liberal a la campaña de Federico Gutiérrez, y la cada vez más segura adhesión del Partido Cambio Radical, consolidan la estructura que requiere la campaña para garantizar suficiente respaldo electoral y su paso a la segunda vuelta.

Estos dos partidos complementan la coalición Equipo por Colombia en la que ya participan el Partido Conservador, el Partido de la U y el Centro Democrático, especialmente el ala que hoy lidera la senadora María Fernanda Cabal. Además, contar con los partidos tradicionales que hoy, después de 172 años, mantienen el control del 30% de los escaños en el Congreso de la República, es sin lugar a duda un soporte importante, pues son las únicas fuerzas que hoy no sufren de la alta volatilidad electoral que afecta a los otros movimientos y partidos.

En términos de movilización electoral y disciplina partidista, a partir del 20 de julio, cuando se posesione el nuevo Congreso, el Equipo por Colombia será el bloque más importante. Incluso, siempre que logren mantener su cohesión y articularse mejor, podrían imponer la agenda en caso de que la izquierda llegue al poder, vía mociones de censura y rechazo de las iniciativas más radicales del gobierno. Esto, sin embargo, requeriría una decisión firme y un costo político grave en términos de participación en la asignación de presupuestos y en la burocracia estatal, que hasta ahora han sido los dos pilares que marcan las relaciones ejecutivo-legislativo en Colombia.

Gustavo Petro, por su parte, ha entendido el escenario que se le presenta hoy y las dificultades que enfrentaría si llega a la Presidencia, con un Legislativo en contra, unas Fuerzas Armadas que lo combatieron cuando hizo parte de la guerrilla del M-19 –a cuya oficialidad ha agredido sistemáticamente- y una sociedad que respalda mayoritariamente posiciones y programas de la derecha, a pesar de haber dispersado su respaldo electoral por la distancia que el uribismo ha marcado con estas posturas.

De allí, que el candidato del Pacto Histórico mantenga su crítica a las Fuerzas Armadas, haciendo afirmaciones salidas de tono y acusando al alto mando de los peores crímenes. También insiste en que hay una “mafia” que controla el Congreso y celebra el llamado a juicio del expresidente Álvaro Uribe por presunta manipulación de testigos y fraude procesal.

Para nadie es un secreto que el uribismo ha perdido adeptos, tal como se vio reflejado en las últimas elecciones en las que perdió la mitad de sus escaños en la Cámara de Representantes y la cuarta parte en el Senado. Petro sabe que debe mantener sus críticas y denuncias en contra de Uribe y del uribismo, alegando siempre que Federico Gutiérrez es su candidato y el del actual gobierno.

Esa estrategia ha demostrado ser exitosa y, por alguna extraña razón, la campaña del Equipo por Colombia no ha logrado responder con suficiente firmeza, recordando, por ejemplo, que cuando Gutiérrez fue alcalde de Medellín (2016-2019), ganó la elección enfrentando al candidato de Uribe, el exsenador Juan Carlos Vélez.

Las cosas se complican aún más, pues esta semana continuaron las audiencias en la Justicia Especial para la Paz, en las que integrantes de las Fuerzas Armadas reconocieron su participación en el escándalo que se conoce como “falsos positivos”, episodio dramático en la historia de Colombia donde personas inocentes fueron asesinadas para ser presentadas como bajas en combate, siendo Uribe jefe del Estado.

La transmisión en directo de las audiencias ha generado una sentida reacción en la opinión pública, y la izquierda ha aprovechado para culpar de todo al uribismo.

De manera que el Equipo por Colombia enfrenta un reto inmenso y un momento político que parece responder a un guion elaborado con todo cuidado: el último mes antes de la elección presidencial se dan las versiones más crudas y tristes de los militares ante la Justicia Especial para la Paz, y el expresidente Uribe es llamado a juicio. Además, la inflación sigue en aumento y la inseguridad no da tregua. El terreno está abonado para el populismo mesiánico y la razón parece estar en desventaja, frente al hastío y el rechazo al sistema político colombiano.

Gutiérrez ha empezado a concretar propuestas y a ser mucho más puntual en debates y encuentros con electores, algo que en este espacio venimos sugiriendo. Parece asomarse ahora, y estamos corroborando la información, una posible alianza entre los candidatos Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo, tercero y cuarto en intención de voto, respectivamente, que podría mover el tablero electoral. Veremos.

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