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El Centro Democrático y el partido liberal podrían sumarse

La ‘Coalición por Colombia’: una gran alianza de partidos y líderes que puede frenar la llegada de Petro y el comunismo al poder

El candidato del Foro de Sao Paulo a las presidenciales de Colombia, Gustavo Petro.
El candidato del Foro de Sao Paulo a las presidenciales de Colombia, Gustavo Petro.

El domingo pasado, al terminar una prolongada reunión en el centro de Bogotá (Colombia), presidida por la excandidata presidencial Íngrid Betancourt -quien fue víctima de secuestro por parte de las FARC entre 2002 y 2008- y el exministro Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno de Juan Manuel Santos en los diálogos con las FARC en La Habana (2012-2016); se anunció el acuerdo logrado entre los precandidatos a la presidencia que ahora integran la “Coalición de Centro Esperanza”.

Se trata de los exministros Alejandro Gaviria y Juan Fernando Cristo, el exgobernador de Boyacá, Carlos Amaya, el exgobernador de Antioquia y excandidato presidencial en 2018, Sergio Fajardo, el senador Jorge Enrique Robledo -quien lidera el partido Dignidad-, cuyas facciones hicieron uso de la figura de escisión para salir del Polo Democrático, y el exsenador y ahora precandidato a la presidencia por el Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán.

Es decir, una coalición que hizo parte del bloque que acompañó a Juan Manuel Santos en su reelección (2014) y que perdió el plebiscito de octubre de 2016, en el que se pretendió ratificar en las urnas el acuerdo logrado con las FARC.

El distanciamiento público de Alejandro Gaviria con el Partido Liberal y su director nacional, el expresidente Cesar Gaviria, abrió el camino para su ingreso en esta coalición, al igual que la selección del exministro Oscar Iván Zuluaga como candidato único del Centro Democrático, pues consideran que representa un sector del uribismo que puede buscar votos en el centro político, lejano a las posiciones firmes y de derecha que asume María Fernanda Cabal, segunda en la encuesta que definió el asunto.

Ahora bien, el anuncio de la “Coalición por Colombia” en la que participan los partidos de la U y Conservador, además del exalcalde de Barranquilla y máximo elector de la costa Caribe, Alex Char, y los exalcaldes de Bogotá y Medellín, Enrique Peñalosa y Federico Gutiérrez, que ha dejado la puerta abierta para que tanto el Centro Democrático y el partido Liberal participen en la consulta de marzo y así consolidar una única candidatura en contra de las opciones que abiertamente se reconocen como de izquierda; pone en aprietos a los candidatos sin partidos, pues la consulta será el mismo día de las elecciones al Congreso: el domingo 13 de marzo.

Las fuerzas políticas con representación en el Congreso se han definido hacia la derecha y hacia la izquierda, dejando en el centro apenas a las facciones disidentes del Polo Democrático, algunas facciones del partido Alianza Verde y otras de origen liberal que migraron al Nuevo Liberalismo o que están en el Partido Cambio Radical.

El “pacto histórico”, que lidera Gustavo Petro, reunió ya a los partidos y facciones de izquierda, que en marzo irán a una consulta de refrendación, pues ya tiene seguro ganador. Allí convergen las FARC, la Colombia Humana – Unión Patriótica y el Polo Democrático. Tienen escaños en el Congreso, amplios recursos públicos para su sostenimiento y campaña electoral y la tarima del Congreso que les permite visibilidad.

De sumarse el Centro Democrático a la “Coalición por Colombia”, controlarían el 40% de los escaños en el Congreso, además de los recursos de tres partidos para su sostenimiento y campaña electoral. Si, además, se permite la llegada del Partido Liberal, sería, sin lugar a dudas, la fuerza política con más votos, presupuesto, representación en los gobiernos nacional, departamental y municipal en Colombia. Su triunfo estaría prácticamente asegurado en las elecciones parlamentarias, al igual que su paso a la segunda vuelta presidencial.

Nos sorprende entonces el anuncio de la coalición de centro. Es un acto de supervivencia política. A la derecha tienen a las fuerzas políticas con más representación en el Congreso, con mayor estructura y con amplia participación en los gobiernos nacional y regionales. A la izquierda a un bloque del que no solo hacen parte tres partidos políticos con representación en el Congreso, sino los sindicatos más importantes del país, el sector mayoritario del “comité del paro” y lo que queda de la “primera línea”: aquel grupo de jóvenes que se entrenó para enfrentarse con la fuerza pública durante las movilizaciones y otros eventos de protesta.

Si prima la sensatez, la “Coalición por Colombia” se mantendrá unida y no debe descartar la llegada del partido Liberal y del Centro Democrático, a pesar de los evidentes puntos de discordia. Eso le quitaría el piso electoral y partidista al centro y abriría un camino para que la izquierda moderada se aleje del “Pacto histórico”, pues no habría un enfrentamiento entre extremos.

Si, por el contrario, el Centro Democrático decide jugar solo y el partido Liberal queda en el aire, la coalición de centro podría pasar a la segunda vuelta no por su fuerza, sino por la dispersión a la derecha. El anuncio del domingo es lo que en poker se llama “all in”.

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