«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu

La dictadura castrista tortura a una reportera por divulgar la represión en la isla

Bandera cubana.

Desde el 30 de mayo la periodista independiente Mary Karla Ares es víctima de un arbitrario encarcelamiento, torturas y otros mecanismos represivos que el régimen cubano suele aplicar a quienes se atreven a disentir en la isla comunista.

El motivo de la represalia contra la joven es haber mostrado en vivo, a través de Facebook, la violencia con que agentes de la dictadura arremetieron contra activistas pacíficos que ese día, en la calle Obispo de La Habana vieja, exigieron se eliminara el cerco que la policía política montó alrededor de la casa de Luis Manuel Otero Alcántara, líder del grupo de artistas disidentes Movimiento San Isidro (MSI), quien en aquel momento estaba en huelga de hambre y hoy se encuentra retenido en un hospital.

“Durante esa cobertura [el pasado 30 de mayo] agentes del Departamento de la Seguridad del Estado (DSE) vestidos de civil, agentes de la Policía Nacional Revolucionaria y de las Tropas de Prevención” detuvieron a la joven periodista y la “trasladaron a la unidad policial del municipio Centro Habana. De ahí a la unidad ubicada en Playa. Y el 26 de mayo fue llevada a prisión”, denunció el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP).

Ares y otros de los manifestantes (Esteban Rodríguez, Yuisán Cancio Vera, Inti Soto Romero, Luis Ángel Cuba Alfonso y Thais Mailén Franco) permanecen cautivos desde hace casi un mes, sin garantías ni derechos procesales, limitados para comunicarse con sus familiares y amigos, y amenazados de ser severamente condenados.

El ICLEP dio a conocer que en la última semana Ares fue “sometida a intensos interrogatorios cada cinco y diez minutos, durante toda la noche, con toda la intención de torturarla, impidiéndole que pueda dormir”.  

“Está siendo sometida a tortura psicológica. Me dijeron que la sacan cada cinco minutos, cada diez minutos en la noche, en la madrugada, que no la están dejando dormir”, aseguró su padre, Carlos Alberto Ares, quien obtuvo esta información gracias a una “fuente confiable que le pidió no revelara su nombre por temor a represalias”.

Hace unos días la misma fuente avisó al Sr. Ares que habían amenazado a su hija con trasladarla a una prisión de mujeres, información que luego fue verificada por su abogado, Clemente Morgado, y confirmada por el ICLEP.

La reportera de Amanecer Habanero, del ICLEP, está “detenida en la cárcel de mujeres de occidente, en Guatao, sin juicio, sometida a interrogatorios y privaciones, y en violación a sus garantías básicas al debido proceso”.

“Ares está sujeta a proceso investigativo, acusada de los delitos de Desorden Público y Resistencia, que prevén hasta 3 y 5 años de privación de libertad respectivamente, según los artículos 143 y 200 del Código Penal cubano.

La familia de la reportera ha denunciado que le han negado acceso a medicamentos y asistencia médica y que ha sido sometida a intensos interrogatorios. Activistas de derechos humanos y opositores en la isla así como entidades internacionales se han pronunciado a favor de Ares y denunciado las violaciones cometidas en su contra por parte del régimen de La Habana, entre ellos el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), la Fundación Internacional para las Mujeres en los Medios (IWMF, por sus siglas en inglés) y Cubalex, una organización sin fines de lucro que brinda asistencia a víctimas de violaciones de derechos humanos en Cuba.

Pero la dictadura ha vuelto a hacer oídos sordos ante el reclamo de respeto a las libertades fundamentales, “en un contexto de graves violaciones a la libertad de expresión, reunión, seguridad jurídica y debido proceso, a cargo de funcionarios cubanos, ya que en los últimos meses se ha registrado un número creciente de arrestos domiciliarios y detenciones a periodistas, artistas y personas defensoras de derechos humanos”.

En lo que va de año, según datos de Cubalex, se han registrado 376 incidentes de hostigamientos cometidos por parte de la dictadura contra artistas y periodistas independientes: “el 54% de los incidentes documentados estuvieron relacionados con detenciones arbitrarias, seguido de las amenazas en un 33%, y operativos de vigilancia y reclusión domiciliares en un 23%”. 

Morgado le hizo llegar a los padres de Ares una carta donde la reportera les pide que “estén tranquilos y les asegura que asumirá lo que tenga que enfrentar”. “Esa personita es una gran heroína y ustedes tienen que estar a su altura”, les escribió el abogado, a quien el régimen negó el recurso de queja.

Según el Sr. Ares, la dictadura está utilizando a su hija como “base material de estudio para que todos los que quieran seguir su camino cojan miedo” a la hora de divulgar los atropellos del castrismo: “Quieren dar un ejemplo con ella. Están tomando represalias para que nadie siga su camino”.

Desde hace más de 3 semanas Ares ha sido instruida penalmente por la policía política, violándose, otra vez, el debido proceso: “la tienen sometida a trato cruel, inhumano, la tienen sometida a tortura. Está joven periodista está siendo torturada de la manera más ilegítima e ilegal que podemos conocer», dijo el abogado Faisel Iglesias a través de Youtube.

Esta semana el régimen cubano concedió la única “visita controlada” a los padres de la joven, quienes la vieron “extremadamente delgada, pero de buen carácter y muy firme”.

“Nos contó que ha pasado muchos dolores, que ha tenido que ir al médico en cuatro ocasiones y la han tenido que inyectar en vena”, afirmó al ICLEP el Sr. Ares, después de haberla visitado: “llamó un oficial de la penitenciaría y nos dijo que ella se encontraba allí [en la prisión de mujeres] y que podíamos ir cualquier día de la semana para llevarle pertenencias, cosas de aseo y confituras”.

“Después de 25 días tuvimos la posibilidad de ver a nuestra hija personalmente. Se nos permitió una visita en Villa Marista. Pudimos estar 45 minutos con ella, le pudimos llevar algo de alimentos, pudimos conversar un poco con ella de cómo se encontraba su salud”, contó al ICLEP el Sr. Ares, quien denunció que los agentes le advirtieron que “no podían hablar del caso en ningún momento” y que de hacerlo le “suspendería la visita” de forma “inmediata”.

“La visita fue delante del instructor. Nosotros solamente pudimos referirnos a temas de la familia y de su estado de salud física, nada más que eso. No pudimos hablar de ningún otro tema”, aseguró el Sr. Ares.

Juan Manuel Moreno, director de Amanecer Habanero, el medio de prensa comunitario para el cual trabaja Ares, considera que la visita se debe a la “presión internacional que se ha estado ejerciendo contra el régimen cubano por violar el debido proceso de ley contra la reportera”.

A través de un comunicado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó al régimen cubano a “reconocer y proteger el derecho a la reunión pacífica y libertad de expresión” y “poner fin a la práctica de acoso y hostigamiento de activistas, artistas y periodistas independientes que ejercen su derecho a la libertad de expresión”. 

“En Cuba prosiguen las restricciones de protestas civiles y la estigmatización hacia los periodistas independientes a través de los medios estatales, tal como lo hemos venido denunciando”, expresó Jorge Canahuati, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), quien condenó el arresto y exigió la inmediata liberación de Ares.

Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, aseguró que en dicha entidad están “atentos a la situación porque sabemos que los periodistas ya fueron señalados por las fuerzas de seguridad y policiales, y, lamentablemente, no existe en el país un sistema legal autónomo, que proteja el ejercicio de las libertades de prensa y de expresión».

Otras organizaciones que también han condenado el arresto Ares y exigido al régimen su liberación son Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) y Voces del Sur.

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