El islamoizquierdismo blanquea cada ataque terrorista islamista o cada muerte de un policía a manos de un delincuente de origen extranjero con el mantra de «tiene la nacionalidad francesa» con el objetivo de evitar la mención a la relación entre la inmigración y la delincuencia.
En un artículo publicado en la revista Valeurs Actuelles, el abogado Gilles-William Goldnadel ha denunciado esta estrategia recordando que «la lista de terroristas y asesinos de origen inmigrante que tienen la nacionalidad francesa por haber nacido en el país es muy grande».
«La inmigración es el factor más importante de inseguridad física y cultural en Francia… y nada puede evitar que esta cruda verdad se diga en voz alta», ha manifestado Goldnadel.
Así, ha recordado que los ejemplos son varios: Youssouf Fofana, el líder de «la banda de los bárbaros» -nacido en París pese a ser de origen marfileño-; Mohammed Merah, el asesino islamista autor del atentado en marzo de 2012 en la región francesa de Mediodía-Pirineos; o Ndiaga Dieye, musulmán radical que atacó con un cuchillo a un policía municipal de Chapelle-Sur-Erdre.
En el texto, que ha suscitado gran revuelo en el país, ha asegurado que se puede decir que estos delincuentes «están menos ligados emocionalmente a Francia y al pueblo francés que la generación que les precedió» y ha dejado claro que «se puede ser francés, nacer en Francia y detestar al país».