La inmigración ilegal ha desplazado al coronavirus como el principal tema de preocupación para los norteamericanos, según opina un 48%; una subida de 20 puntos porcentuales desde junio del año pasado, según un sondeo de Pew Research. Así, un 47% de estadounidenses percibe la amenaza del coronavirus como el principal problema del país, once puntos menos desde el mismo periodo.
El país se enfrenta a una avalancha migratoria gracias al «efecto llamada» de la Administración de Jor Biden. Así, el Departamento de Seguridad Nacional señaló el pasado mes de marzo que el número de inmigrantes que intentan llegar desde México va camino de alcanzar niveles inéditos en las últimas dos décadas.
La vicepresidenta, Kamala Harris, aseguró el pasado miércoles, obviando el buenismo de la campaña de las presidenciales del pasado mes de noviembre, que Estados Unidos tiene la oportunidad de «brindar esperanza» a los inmigrantes para que no dejen su país. «La mayoría de las personas no desean irse de su lugar de origen. No desean irse del lugar donde vivieron sus abuelos», indicó.
Es preciso recordar que las detenciones de inmigrantes ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México alcanzaron en marzo su mayor nivel mensual en 20 años al aumentar un 71% respecto a febrero, según fuentes oficiales del país. Los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense interceptaron a más de 172.000, de los que 18.890 fueron menores procedentes de Centroamérica que llegaron solos.
La llegada de inmigrantes a la frontera sur estadounidense, puerta de entrada al país para quienes quieren llegar desde México, se ha disparado, aunque la Administración demócrata niega errores y sigue achacando el incremento a una tendencia estacional y «a razones que incluyen violencia, desastres naturales, inseguridad alimentaria y pobreza en México y los países del Triángulo Norte de Centroamérica».
