Menos de un mes después de haber iniciado su Gobierno, el presidente del Ecuador se ausentó del país por nueve días para una intervención médica. Guillermo Lasso ha sido duramente criticado por ello, sobre todo por usar el avión presidencial para un asunto de índole personal.
Correa adquirió más de una aeronave. Tenía a su servicio una flota y sus principales detractores acusan que la utilizaba para transportar no solo a pasajeros sino también bienes, a menudo a paraísos fiscales.
La Contraloría General del Estado abrió un proceso contra Correa el 12 de septiembre del 2019 por el gasto de nueve millones en el uso de los aviones presidenciales. Ese monto se habría gastado entre el 1 de enero del 2012 y el 24 de mayo del 2017.
El socialista compró su primer avión en el 2008 a la empresa brasileña Embraer, en medio de la crisis que tenía Ecuador con Brasil, luego de dos afrentas. Primero, Correa expulsó a la constructora Odebrecht del país y luego anunció que no tenía intención de pagar un préstamo con el BNDES, aunque en la práctica ambas se retroalimentaban, sobre todo bajo la gestión de Lula Da Silva, quien financió obras de Odebrecht en Cuba con dinero del Estado.
Al igual que Ecuador, Cuba (solo el Puerto de Mariel costó 957 millones de dólares) y Venezuela se vieron beneficiados por el dinero de los contribuyentes brasileros.
Finalmente, años después, Correa permitió volver a Odebrecht, pero luego se arrepintió. Su segundo vicepresidente, Jorge Glas y su tío terminaron presos por casos de corrupción vinculados a dicha constructora.
Lasso fue crítico con el uso (y abuso) de los aviones presidenciales adquiridos bajo la administración de Rafael Correa. Pese a sus antecedentes en la materia, el expresidente prófugo se mostró contrario al uso del avión por parte del actual mandatario para un propósito médico.
Ahora el nuevo gobierno, pese a las críticas, ha contado mayormente con el apoyo de la ciudadanía frente al uso del avión presidencial por parte del presidente Lasso, puesto que fue necesario el viaje para su salud y por ende sus funciones.
¿Por qué no lo reemplaza el vicepresidente?
En la era de la tecnología, sobre todo en medio de la pandemia, trabajar a distancia se ha vuelto la nueva realidad.
“Yo sigo al mando del cargo de presidente de la República, ustedes saben hoy las facilidades de la tecnología, estaré a una distancia de una llamada telefónica, a una comunicación vía Zoom, así que continuaré”, dijo Lasso.
En palabras del presidente, “es una operación medianamente invasiva y estaré tres días en la clínica”, por tanto es poco el tiempo en el cual no estuvo consciente de los sucesos nacionales. Sin embargo, fue criticado por no haber dejado en funciones al vicepresidente, Alfredo Borrero.
Dado que la Constitución establece en el Artículo 169 lo siguiente:
En caso de falta temporal del Presidente de la República, lo reemplazarán, en su orden, el Vicepresidente de la República o el ministro de Estado que designe el Presidente de la República. Serán causas de falta temporal del Presidente de la República, la enfermedad u otra circunstancia que le impida transitoriamente ejercer su función, o la licencia concedida por el Congreso Nacional.
No obstante, su equipo asegura que está dentro de la ley.
Ante la pandemia, Lasso eligió a un médico como su binomio para dar a la nación tranquilidad en medio de un tiempo tan convulsionado.
El vicepresidente Alfredo Borrero, que también es neurocirujano, explicó la situación del presidente en una entrevista para El Universo de Ecuador: “Hace unos años, el presidente tuvo una fractura de la tibia y el peroné, en España… Le realizaron una punción peridural y en ese momento le perforaron la duramadre, y sangró”.
Borrero detalló que la intervención no es mayormente invasiva. Su fin es remover un quiste de la zona lumbar que reducía el movimiento del presidente.
A cargo de la cirugía estuvo Barth Green, uno de los cirujanos más prestigiosos del mundo, y fundador del centro de investigación de lesiones de la médula espinal conocido como el más importante del mundo con sede en el estado de Florida, The Miami Project to Cure Paralysis (Proyecto de Miami para Curar la Parálisis, en español).
Esto último fue muy criticado por la izquierda política, puesto que Lasso viajó a Miami, lo que llaman “el imperio”. Hasta ahora Guillermo Lasso usaba bastón para caminar y esto le hacía lucir con una imagen anciana y deteriorada. De hecho, gran parte de su campaña la hizo sentado, lo cual le hacía lucir débil frente a la sociedad. Luego de la intervención, se espera que el presidente no tenga que usar más el apoyo para caminar. Su esposa, María del Lourdes Alcívar de Lasso, anunció que el mandatario ecuatoriano está bien y que la operación fue un éxito.
La recuperación del presidente fue mayormente celebrada, considerando que sigue siendo el mandatario con mayor aprobación al inicio de su gestión.
