Un operativo conformado por agentes de los GEO detuvo durante la madrugada del lunes en Madrid, Barcelona y la localidad de Hospitalet a cinco yihadistas de origen argelino. Llevaban tiempo siendo monitorizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE), el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), los servicios de inteligencia de Argelia, el FBI y las Brigadas Provinciales de Información de Barcelona, Gerona y Madrid.
Los cinco detenidos entraron en territorio español a través de las denominadas ‘pateras-taxi’ que parten desde las costas que van desde Beni Saf a Orán (Argelia) con destino a las provincias de Almería y Murcia. “Aprovechan momentos de inferioridad numérica. Los agentes desplegados en los puntos de llegada habituales nunca son los suficientes y cuando las embarcaciones llegan de forma masiva resulta realmente complejo interceptar a todos los inmigrantes ilegales que llegan a nuestras costas», han apuntado fuentes de las FCSE.
Las detenciones tuvieron lugar después de que los agentes implicados en la operación denominada ARBAC detectaran un alto grado de amenaza tras el interés por uno de los detenidos en la adquisición de un kalashnikov. Según confirman fuentes de las FSCE a La Gaceta de la Iberosfera, se hacía llamar ‘Sheikh’ (شيخ, en árabe), denominación equivalente a ‘Jeque‘ y que es empleada con frecuencia para aludir a ciertos líderes en organizaciones terroristas.
Asimismo, en los pisos donde tuvieron lugar estas detenciones, los agentes encontraron munición del calibre 9 mm, machetes con hojas que llegaban hasta los 60 centímetros y numeroso material para falsificar documentos que les permitiese eludir posibles controles policiales tras cometer un atentado.
Las mismas fuentes apuntan que ‘Sheikh’ y el resto de yihadistas detenidos en la provincia de Barcelona y Madrid mantuvieron una estrecha relación con Merouane Ben Ouare –de nacionalidad argelina- y el libio Omar Akbi, dos de los yihadistas detenidos durante el mes de enero de este año en la Ciudad Condal. Todos los integrantes juraban fidelidad a ‘Sheikh’, que desde hace años había tratado de captar a decenas de jóvenes argelinos después de combatir para el Daesh en lugares como Siria o Irak. “Todos ellos están ligados a Jund al-Khilafah, la corriente de Estado Islámico que opera en Argelia”, sostienen desde las FCSE.
La ruta Argelia – Almería
Los agentes confirman a La Gaceta de la Iberosfera que el líder argelino de la célula yihadista logró acceder a España en marzo de este año a través de las rutas de la inmigración ilegal que parten desde las costas de Argelia con destino a la provincia de Almería. Este modus operandi también fue utilizado por Merouane Ben Ouare y Omar Akbi.
No es la primera vez que la ruta Argelia – Almería es utilizada por el Estado Islámico para introducir a sus combatientes en España, ya en abril del año pasado Abdel Bary, uno de los Foreign Terrorist Fighters de DAESH más buscados de Europa, fue sorprendido en pleno centro de la capital almeriense junto a otros dos miembros de la organización terrorista. Los tres habían llegado a costas de la provincia ocultos a través de las rutas de la inmigración ilegal.
Yihadismo e inmigración ilegal
Desde la detención del egipcio Abdel Bary, el número de yihadistas detectados entre la inmigración ilegal ha aumentado considerablemente. Meses después, en octubre de 2020, dos yihadistas alineados con Al Qaeda -y de nacionalidad marroquí- fueron detenidos en Melilla y Mogán (Gran Canaria). Fuentes de las FCSE revelaron que los detenidos eran seguidores de la corriente Takfir, la misma de la célula que atentó en Cataluña en 2017. De los dos terroristas detenidos, el arrestado en Mogán llegó a las Islas Canarias a través de las rutas de la inmigración ilegal provenientes de la zona de El Aaiún.
En total, en apenas año y medio, han sido 11 los yihadistas que han aprovechado la clandestinidad que les brindan las mafias del tráfico de personas para acceder a España sin ser detectados. A estos 11 terroristas hay que sumar también a Muhammad Hammali, un inmigrante de nacionalidad argelina acusado de asesinato y pertenencia a organización terrorista que también llegó a territorio español a través las embarcaciones que ponen rumbo hacia Almería, zona de Levante y Baleares.
Cada vez es más habitual la presencia de este tipo de perfiles altamente radicalizados en las rutas de la inmigración ilegal. Suelen aprovechar momentos de vulnerabilidad en materia de seguridad en los que las condiciones marítimas permiten el modus operandi de las mafias. En el Mediterráneo Central aprovechan la presencia de las ONG para tratar de acceder a Europa a través de sus trayectos. En España aprovechan la debilidad en los dispositivos de control de la inmigración ilegal cuando los efectivos desplegados en las costas de entrada no son los suficientes.
Esta realidad ya ha sido denunciada desde las FCSE, que solicitan constantemente al Ministerio del Interior una mayor atención a las actuales rutas de la inmigración ilegal y medidas que ayuden a relajar la alta presión migratoria aprovechada por estos terroristas para acceder a Europa.