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LA GACETA DE LA IBEROSFERA CONVERSA CON LA LÍDER DE VENTE VENEZUELA

María Corina: ‘Los actores del chavismo deben ser tratados como criminales, no como políticos’

María Corina Machado, líder de Vente Venezuela. Reuters

El memorando de entendimiento convenido entre el régimen de Maduro y la oposición en México significa la “claudicación” de esta última ante la tiranía. Al menos así lo entiende la dirigente política María Corina Machado, quien ha manifestado no tener ninguna expectativa positiva sobre el proceso iniciado este mes de agosto y que conllevará a nuevas rondas de reuniones en Ciudad de México en el mes de septiembre. 

“Esto representa la firma de la claudicación de años de lucha de millones de venezolanos que incluso han tenido que huir del país. Esto nos tomó un enorme trabajo y entrega para que el mundo asumiese que en Venezuela estamos enfrentando a un complejo sistema que tiene una fachada ideológica, que tiene un soporte geopolítico de Rusia, China, Turquía e Irán; pero cuyo basamento no es más que el de una estructura criminal. Una que va desde el crimen organizado, pasando por el narcotráfico, hasta el terrorismo”, precisa a La Gaceta de la Iberosfera. 

Para la líder del partido Vente Venezuela esto significaría de suyo el fin del “gobierno interino” que ha protagonizado Juan Guaidó durante los últimos dos años y ocho meses, siendo los propios partidos opositores del llamado G-4 (Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular y Primero Justicia) los que han hundido al interinato. 

Machado asevera que le ha dejado en claro a representantes de Guaidó su desacuerdo con la participación en los diálogos de México y, más aún, en el evento electoral convocado por el chavismo para noviembre. En su criterio es un absurdo participar en una elección organizada por el Consejo Nacional Electoral que fue designado por la Asamblea Nacional constituida ilegítimamente en diciembre de 2020, en la que el chavismo tiene mayoría plena.

Sobre el papel que está teniendo el titular de exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, al validar lo que ocurre en México, Machado ha enfatizado que el dirigente socialista “no es Europa”. “Desgraciadamente para el caso Venezuela la política exterior de Europa tiene a un agente que es el señor Borrell, quien tiene una política similar a la que ha tenido durante muchos años el señor Zapatero y que es la que tiene ahora el gobierno español coyunturalmente. Pero es que tampoco el gobierno español es España. No debemos generalizar, porque por otra parte tenemos a un Parlamento Europeo que ha tenido posiciones muy firmes y muy claras sobre lo que realmente ocurre en Venezuela y sobre los riesgos para la propia Europa de que un modelo como el venezolano siga avanzando y desestabilizando a nuestra región.”, apunta.

Para la líder venezolana uno de los asuntos capitales es entender que el chavismo no es ni una dictadura ni un totalitarismo convencionales, sino que es más bien un sistema en el que se ha imbricado lo político con lo netamente criminal. En su diagnóstico la operación de sostenimiento del chavismo en el poder ha llevado a que buena parte del territorio venezolano haya sido entregada como “santuario” a distintos grupos delincuenciales locales y foráneos (como los de la guerrilla colombiana). De allí que lo que ocurre en la nación caribeña represente un problema a ser tomado en cuenta, dado que incluso tiene potencial expansivo continental. 

“¿Tú puedes pintar el mapa de Venezuela hoy? ¿El que aprendiste en el colegio? ¿Si lo vas a pintar le pones a El Esequibo? ¿Pondrías el estado Apure? ¿Pondrías medio estado Bolívar? ¿Pondrías a la Guajira, al Táchira, a Paria? Es decir, Venezuela está siendo objeto de una fragmentación del territorio para la entrega del mismo a grupos criminales por parte del régimen y estos grupos ejercen un control territorial, económico y social que puede abarcar al menos a 6 millones de venezolanos que viven en estas zonas bajo el terror de estas organizaciones. Siendo esta una dinámica que además es expansiva y no hay manera de controlarla dentro de nuestras fronteras y obviamente quiere seguir creciendo para tomar Colombia y crear procesos de desestabilización hacia el norte y hacia el sur”, remarcó. 

Sobre la política de sanciones que han seguido las democracias del mundo en los últimos años contra la tiranía chavista, Machado saca el garrote y precisa que los aliados de la causa libertaria venezolana han incurrido en “un error de diagnóstico reiterado por años” que es medular; esto al pensar que “solo con sanciones el régimen iba a ceder, como si se tratase solo de un sistema autoritario o corrupto más”. Siendo que se trata de una dinámica criminal, lo cual amerita que sus actores sean tratados como criminales y no como políticos. 

En este entendido de cosas la dirigente venezolana reitera lo que ha dicho muchas veces: “Solos no podemos”. Afirmando que la solución solo puede ser una suma de presiones que “cerquen y asfixien” al régimen desde dentro y fuera del país, para terminar lo que en realidad es un “secuestro prolongado con rehenes”. De allí que, a su juicio, deban cortarse áreas nodales de la tiranía: su sistema de represión, su sistema de propaganda y su sistema de financiamiento internacional. 

“Necesitamos una Comunidad Internacional actuando donde debe actuar. En ningún caso cuando nosotros hemos planteado una Operación de Paz y Estabilización (OPE) hemos dicho que hace falta una invasión o tropas en el terreno. ¡Por favor, estamos en el siglo XXI! Lo que hemos dicho es que hay cortar los flujos de información, de financiamiento, de armas y de agentes que vienen del mundo y han alimentado a este régimen para avanzar no solo en una provocación a los Estados Unidos, sino en una desestabilización a todas las democracias de Occidente, incluyendo a los Estados Unidos”, aclara. 

Al mismo tiempo arguye que, pese a todos los escollos que se han presentado en el camino, en los últimos años se han obtenido dos avances fundamentales en la visión que se tiene sobre el chavismo desde fuera: por una parte ya se asume que son violadores sistemáticos de Derechos Humanos (como lo atestigua el proceso que se sigue en esta materia en la Corte Penal Internacional) y por la otra se ha llegado a considerar que el régimen de Maduro es ilegítimo desde el punto de vista del origen de su poder y además de su desempeño en el mismo.  

Para Machado la falla que se cometió en EEUU durante la gestión de Trump con respecto al caso venezolano estuvo marcada fundamentalmente por errores de la “interlocución” opositora local. “Durante los últimos dos años de esa administración se comenzó a instrumentar la política correcta, aunque lamentablemente creo que fueron los interlocutores equivocados, pues vimos a una dirección política en Venezuela que de manera sistemática y reiterada se salía de esa ruta y dejaba verdaderamente desencajados no solo a los venezolanos sino a los aliados internacionales”, sentenció. 

Ahora, cuando corren los tiempos de Joe Biden, Machado espera que el caso venezolano no tome en los EEUU la ruta del enfoque de política exterior que se ha seguido con Afganistán. A propósito de ello recalca que hay diferencias ostensibles en ambos casos: el país latinoamericano tiene una historia precedente al chavismo de regímenes y cultura democráticos, el país caribeño está a pocos kilómetros de territorio norteamericano y además su ubicación geográfica es estratégica para cualquier asunto dentro de las Américas. El tiempo es quien, en todo caso, tendrá la última palabra en este sentido.   

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