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Y SE HA QUEDADO SIN INVERSIÓN

Nicaragua, un país inviable: la deuda externa pone al régimen de Daniel Ortega al borde del impago

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Reuters

Daniel Ortega ha endeudado nuevamente al país. Nicaragua está al borde de una crisis de deuda externa y podría caer en impago debido a que el dictador ha cuadruplicado la deuda externa desde que llegó al poder en 2007. El endeudamiento ya supera los 14.000 millones de dólares, lo que significa más del 110% del Producto Interno Bruto (PIB). Mientras esto ocurre, Ortega y su camarilla han ido alejando la inversión debido a su política autoritaria y corrupta.

El analista político y exdiputado nicaragüense Eliseo Núñez dijo que la deuda externa actual es de 14 mil millones de dólares, esto sin incluir la deuda interna cuyo monto se aproxima a los 7 mil millones de dólares, lo que significa que la deuda en este momento supera los 20 mil millones de dólares.

La historia de destrucción de la economía a manos del sandinismo se está repitiendo. Durante el primer régimen del izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en la década de 1980, los nueve comandantes -entre ellos Ortega- de la llamada «revolución sandinista» dejaron en bancarrota el país.

En 1990, tras la derrota electoral del sandinismo la deuda externa era de 11 mil millones de dólares, además de las nuevas deudas que se acumularon durante el periodo de transición de gobierno con la llamada «Piñata», el escandaloso robo de propiedades en manos de la cúpula sandinista que habían sido confiscadas a nicaragüenses tras la derrota del régimen de Anastasio Somoza Debayle. Deudas que los contribuyentes siguen pagando después de 30 años de aquello.

Antes de 1979, Nicaragua era llamado el “granero” de Centroamérica. Pero el sandinismo destruyó la economía del país, aunque de eso responsabiliza a la guerra que se originó al instaurar un régimen socialista con el respaldo del dictador cubano Fidel Castro. Sin embargo, en tiempos de «paz» Ortega está endeudando nuevamente a la nación.

Dos de los tres gobiernos electos democráticamente (el de Violeta Barrios y Enrique Bolaños) lograron negociar y reducir la deuda externa de 11 mil millones a 3,400 millones de dólares a través de rigurosos planes de ajustes y reformas económicas establecidas por los organismos financieros internacionales para lograr la condonación y la reducción de gran pare la misma.

Ese proceso de reducción de la deuda externa que dejó el sandinismo de Ortega fue empleado por el caudillo del FSLN para promover violentas protestas en las que hubo tranques, destrucción, muertos y heridos en nombre de la llamada “revolución” y la defensa de supuestas “conquistas”. Al concluir el Gobierno de Enrique Bolaños, la deuda externa era de 3.400 millones de dólares. Con ese monto Ortega recibió el gobierno en 2007, además de las bases para el crecimiento económico que el sandinismo había destruido durante su primer régimen.

“Haber llegado al punto de culminación el 22 de enero del 2004 y la correspondiente condonación del 80% de la deuda externa constituyó uno de los logros económicos más significativos de las últimas décadas para Nicaragua. El alivio de más de seis mil millones de dólares de deuda permitió al país reinsertarse por primera vez en 30 años en la comunidad de países económicamente viables. Se reactivaron fuentes de financiamiento que permitieron incrementar los niveles de inversión pública. La condonación de la deuda redujo significativamente el riesgo país y con ello se trajeron nuevas inversiones privadas”, subraya un artículo de la biblioteca del expresidente Enrique Bolaños.

El día que Bolaños entregó la banda presidencial a Ortega, el 10 de enero de 2007, dijo ·la mesa está servida». El proceso duro para sacar al país de la bancarrota había concluido y Ortega recibía una economía saneada, pese a las protestas y asonadas que protagonizó.

15 años después, Ortega superó el monto de la deuda externa de 1990, y ha cuadruplicado el monto de la que recibió en 2007. A inicios de febrero un informe del Banco Central de Nicaragua reveló que, hasta el tercer trimestre de 2021, la deuda era 14.308,3 millones de dólares, lo que equivale a 113,4% del PIB.

Nicaragua, un país inviable

El analista político Eliseo Núñez explicó la actual situación de la deuda externa en Nicaragua sobre la base de dos tesis. “Hay dos tesis en el mundo sobre endeudamiento. La tesis de Harvard que dice que una deuda que supera el 85% del PIB va a convertir el país en ‘inviable’ en cualquier momento a partir de que supera ese 85%. En Nicaragua lo que estás viendo ahí reflejado -los 14.308,3 millones de dólares- es la deuda externa pública y privada, las dos. Pero no la deuda interna que al final, al tener una economía dolarizada, también impacta sobre el diferencial cambiario, y sobre lo que se conoce como la libertad cambiaria, la disponibilidad de obtener divisas extranjeras”, subrayó.

Eso significa, explica Núñez, que la suma de la deuda externa y la interna es de unos 20 mil millones de dólares. “Según esa tesis de Harvard, Nicaragua ya debería ser un país inviable”.

«La otra tesis, la de London Economics School, dice que no importa que (la deuda) supere el PIB, si estás dentro de los procesos productivos que van hacer que pagues tu deuda eventualmente. Pero la lectura es que Nicaragua es un país que se ha ido quedando sin inversión. Solo con inversión pública, esperanzado en los productos que le compre Estados Unidos, los chinos. Definitivamente, está al borde de una crisis de deuda externa. Nicaragua en cualquier momento cae en impago”, aseveró Núñez.

Los altos intereses del BCIE

La deuda de Nicaragua con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) es «una deuda espantosa”, calificó Núñez. «Del año 2018 al año 2021 el BCIE le ha otorgado a Nicaragua préstamos por 1.200 millones de dólares, pero antes de eso la deuda podría aproximarse a los 2 mil millones de dólares, pagando un interés de 6,5% anual estamos hablando que son 130 millones de dólares en servicios de deuda sin abono a capital”, explicó.

«Lo otro que tiene el BCIE es que no te da plazos de gracia completos como si los otorga el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), que son plazos de gracia completos. No pagas interés ni capital si no hasta cierto punto y a partir de ahí solo abonas intereses y después abonas capital. En el caso del BCIE, eso es desde el día cero que recibiste el préstamo».

Para Núñez, la deuda del BCIE es la peor si se compara con la del BID, que presta a menos de 1%, contra 6,5% del BCIE. A la crisis económica de Nicaragua se suma la sociopolítica, lo cual podría convertir al país centroamericano en una olla de presión.

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