El obispo de Tyler (Texas, Joseph Strickland, ha enviado un mensaje al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instándole a dejar de financiar con los impuestos federales el aborto en todo el mundo. «Afirmas ser católico, pero obviamente estás ignorando las enseñanzas básicas de la fe católica. Por favor, tome la decisión de seguir la enseñanza católica o dejar de afirmar ser católico», ha asegurado en la red social Twitter.
President Biden please stop spending our tax dollars to fund abortions around the world. You claim to be Catholic but you obviously are ignoring the basic teachings of the Catholic faith. Please make a decision to either follow Catholic teaching or stop claiming to be Catholic.
— Bishop J. Strickland (@Bishopoftyler) January 30, 2021
No ha sido el primero, dado que la pasada semana el arzobispo Joseph F. Naumann, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos, y David J. Malloy, presidente del Comité de Justicia y Paz Internacional, expresaron su firme oposición a la nueva orden ejecutiva firmada por el presidente que revierte el legado provida de Donald Trump y permite el envío de fondos financiados por los contribuyentes a ONG que promueven y proporcionan abortos en otros países.
Ambos denunciaron que la decisión de la Administración demócrata, que anula la llamada «Política de la Ciudad de México», que separa el aborto de las actividades de planificación familiar, impidiendo que las entidades que ofrecen asesoramiento o promueven abortos reciban financiación pública, «viola la dignidad humana y es incompatible con la enseñanza católica».
En este sentido, lamentaron que «uno de los primeros actos oficiales del presidente Biden promueva activamente la destrucción de vidas humanas en los países en desarrollo». «Esta orden es incompatible con la enseñanza católica», manifestaron, al tiempo que llamaron al presidente a priorizar «a los más vulnerables, incluidos los niños por nacer»
Es preciso señalar que el Gobierno de Biden, vicepresidente con Barack Obama EN un mandato en el que la multinacional de aborto Planned Parenthood recibió 4.000 millones de dólares en fondos federales, ha eliminado además la prohibición de que fondos públicos se destinen a subvencionar a las clínicas abortistas y quiere convertir en ley federal la sentencia «Roe vs Wade», que en 1973 juzgó inconstitucional cualquier ley estatal que coartara el aborto.
Sobre la sentencia también se manifestó Joseph F. Naumann, que tildó de «inquietante y trágico» que Biden se haya comprometido a codificar un fallo de la Corte Suprema que niega a los niños no nacidos su derecho humano más básico, el derecho a la vida. Y recordó que «desde el primer siglo, la Iglesia ha afirmado la maldad moral de cada aborto provocado, una enseñanza que no ha cambiado y permanece inmutable».
«La elevación del aborto por parte de Roe a la categoría de derecho protegido y la eliminación de las restricciones estatales allanaron el camino para la muerte violenta de más de 62 millones de niños no nacidos inocentes y para innumerables mujeres que experimentan el dolor de la pérdida, el abandono y la violencia», añadió.