El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha tildado de «ridículo» que se quiera imponer sanciones a Polonia porque tiene razón cuando argumenta que su legislación nacional está por encima del Derecho comunitario en aquellas competencias que no han sido atribuidas a la UE.
A su juicio, el asunto está «muy claro» porque «la primacía del Derecho europeo no está ni mucho menos en el Tratado (de la UE)». «Los polacos tienen razón, en las cuestiones y tareas en las que no hemos transferido la competencia a las instituciones europeas tiene primacía la legislación nacional. No hay duda», ha insistido.
Orbán ha afirmado que «lo que pasa regularmente es que las instituciones europeas sortean los derechos de los parlamentos y de los gobiernos nacionales, y modifican los Tratados sin tener autoridad legítima para hacerlo». «¿Cuál es el problema con Europa?», se ha preguntado después de defender que Polonia es «el mejor país de Europa» y que cuenta con una democracia verdadera, con elecciones justas y con una de las mejores economías de la UE.
A su juicio, la «verdadera línea de división» es «tener o no sentido común». A modo de ejemplo, ha asegurado que la política climática de la UE, y en especial las propuestas del vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, acabarán con la «clase media» de Europa tanto en el este como en el oeste del bloque.