«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Ha promovido los diálogos con las FARC y el ELN

Petro selecciona a Francia Márquez, una ambientalista que defiende el aborto y las drogas, como compañera de fórmula

Francia Márquez. Europa Press
La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez. Europa Press

Es oficial. Gustavo Petro ha anunciado la incorporación de Francia Márquez como su eventual vicepresidente, en medio de su intento por acceder a La Casa de Nariño en las próximas elecciones presidenciales colombianas.

Márquez, relativamente poco conocida hasta hace poco en el plano de la política convencional a escala nacional en Colombia, fue la segunda persona más votada en la consulta del Pacto Histórico, quedando detrás del propio Petro en las primarias de la izquierda colombiana realizadas el 13 de marzo. En esa oportunidad obtuvo 785.215 votos; cantidad de sufragios nada despreciable, si se toma en cuenta que el ganador de la consulta de la Coalición Centro Esperanza, Sergio Fajardo, solo logró conquistar 723.475 voluntades.

Se trata de una líder del mundo rural colombiano que desde hace muchos años se ha caracterizado por defender posiciones en contra de la explotación minera y a favor del discurso que promueve el cuidado medioambiental en la región del Cauca. En su sitio web oficial se le muestra en una fotografía con una pose de mujer “empoderada”, acompañada de una breve frase a modo de tarjeta de presentación: “Soy Francia Elena Márquez Mina. Y soy un eslabón de la cadena y la cadena no se rompe aquí. Estamos asumiendo el rumbo de nuestra propia historia”.

La ahora compañera de viaje de Petro fue apoyada en las internas de la izquierda colombiana por el Polo Democrático Alternativo, un movimiento político en el que, por cierto el exguerrillero, estuvo algunos años militando, y que incluso le sirvió de plataforma para lanzar su primera candidatura presidencial, allá por 2010.

Curiosamente Márquez es vista por algunos sectores como una política con un discurso incluso más cargado hacia la izquierda progre que el que sostiene el propio abanderado presidencial del Pacto Histórico. Cosa que no es refutable si se tienen en cuenta las posiciones que la líder ha defendido en el pasado reciente en materias sensibles como el aborto, el feminismo, el ecologismo, la despenalización del cultivo de drogas y los diálogos de paz con componentes del terrorismo colombiano como las FARC y el ELN.

Así, en entrevista para El País en 2021, se le vio asomar su crítica al fulano patriarcado opresor, en tanto “Las mujeres también han servido al establecimiento para fortalecer una política patriarcal, racista y clasista”. En esa misma oportunidad Francia Márquez no perdió la oportunidad de hacer su crítica al capitalismo colombiano, basado en medios de producción que a su juicio no son los suficientemente amigables con el ambiente: “Es urgente un cambio del modelo extractivista al modelo sustentable”.

Sin embargo, las alarmas que enciende la eventual vicepresidente de Petro no acaban allí. En un trabajo de El Espectador, se refleja el testimonio de una Márquez que defiende los cuestionados acuerdos de paz implementados durante el Gobierno de Juan Manuel Santos en 2016. Esto al punto de que no solo llama a respetarlos, sino que aboga por “parar la guerra”, aunque eso conlleve a extender dichas negociaciones a otras fuerzas que han sembrado el terrorismo en Colombia: “Eso implica reestablecer los diálogos con el ELN. Eso implica la implementación de los acuerdos ya firmados entre las FARC y el Estado colombiano. Eso implica el desmonte del paramilitarismo. Y eso implica una reforma a las fuerzas policiales y militares”.

Por si eso no fuese poco, Francia Márquez se ha mostrado también como una férrea defensora de una política de despenalización del cultivo de drogas en el país sudamericano. Así, en la citada entrevista con El País, la política colombiana abogó por “Hacer un cambio en la política antidrogas y prohibicionista, ayudar a las comunidades para que se integren en los procesos de sustitución de cultivos ilícitos, que les permitan a los campesinos acceder a las licencias para producir cannabis, porque finalmente han sido ellos los que han sufrido las consecuencias de las políticas contra el narcotráfico”.

La visión en contra penalización de las drogas llevó incluso a esta política a enviar una carta el año pasado a la administración de Gobierno de Joe Biden, en la que le solicitó a Kamala Harris hacer un cambio diametral en cuanto al enfoque antidrogas “prohibicionista” de los Estados Unidos hacia Colombia: “Estados Unidos ha patrocinado una política que ha generado violaciones a los derechos humanos. El prohibicionismo solo ha servido para empeorar la crisis humanitaria y el conflicto en este país. Le escribí a la vicepresidenta con el deseo de que nos escuchen”

Finalmente, Márquez también se ha pronunciado a favor de la despenalización del aborto en Colombia. Recientemente, en medio de la polémica marcada por la decisión de unos jueces en el país sudamericano que promovió la despenalización del aborto hasta las 24 semanas de gestación, la ahora candidata a vicepresidente afirmó estar de acuerdo con la medida sentenciada en las cortes.

En suma, la líder seleccionada por Petro para acompañarle como compañera de fórmula parece colocar a este último aún más a la izquierda (si es que esto es posible) en el panorama político. Con ello habrá que ver si la incorporación de la líder ambientalista aleja o acerca a los indefinidos o a los votantes del presunto “centro político” de la candidatura presidencial presentada por el Pacto Histórico.

El caso es que Francia Márquez tiene unas posiciones bien definidas -y que además han sido suficientemente publicitadas en distintos medios de comunicación- sobre temas cruciales para el conjunto de los colombianos. No cabe aquí la excusa de que es una desconocida para luego votarle como quien juega su suerte lanzando una moneda al aire.

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