Podemos ha avalado la farsa electoral organizada por Daniel Ortega en Nicaragua en una jornada marcada por la escasa participación y la intensificación de la oleada represiva contra la disidencia.
Así, el diputado de la formación en el Parlamento andaluz Ismael Sánchez, enviado como «observador internacional» para blanquear los comicios fraudulentos de la dictadura, aseguró este domingo que la jornada se estaba desarrollando «con total normalidad, y con una amplia y tranquila participación». «Que se sepa», añadió.
Nada más que añadir.#EleccionesSoberanas2021 #UnidosEnVictorias pic.twitter.com/gR26t4Kj6d
— Ismael Sánchez 🔻 (@ismaelsc_) November 7, 2021
Una declaración que llegó pese a la denuncia del observatorio ciudadano de Urnas Abiertas y Monitoreo Azul y Blanco de una veintena de detenciones arbitrarias en nueve departamentos del país centroamericano, allanamientos, hostigamiento y restricciones a la prensa.
«Aquí seguimos con la moral alta esperando el informe del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua tras una jornada electoral histórica», afirmó también, adjuntando en Twitter la etiqueta del sandinismo «unidos en victorias», antes de manifestar que «todo el país es una fiesta».
Además, Sánchez compartió un tuit del embajador de Nicaragua en España, Carlos Midence, en el que señala que «en Nicaragua se impuso la paz y la soberanía», y afirma que «el país eleva su umbral de autonomía, algo que no agrada al entramado imperial/colonial» y que «optó contundentemente por modelo que vela por sus derechos, incentiva su creatividad y redistribuye equitativamente lo que producimos».
La farsa se desarrolló con más de un 80% de abstención pese a la insistencia del régimen sandinista de tratar de imponer una falsa narrativa de normalidad democrática y de gran afluencia a las mesas de votación.
El diario nicaragüense ‘La Prensa’ incluso informó del trasladado a funcionarios a los colegios electorales para que depositaran su papeleta y de que muchos de ellos fueron presionados para mostrar su dedo con tinta en señal de que ya habían votado y a estar «activos» en redes sociales, bajo amenaza de perder su puesto de trabajo.