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EL HISTÓRICO CÓMPLICE DE DICTADORE

Roger Waters envía su apoyo al candidato comunista chileno Daniel Jadue

Roger Waters, el exbajista de la banda Pink Floyd y un fanático izquierdista, respaldó al pre-candidato comunista para la presidencia chilena, Daniel Jadue, para las primarias que se realizan este domingo 18 de julio. No obstante, no es la primera vez que el músico hace polémica por temas políticos pues ha respaldado a la dictadura venezolana y a las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina, mientras que ha culpado a los Estados Unidos de ser responsable de los males del mundo. La apuesta perfomática del músico devela, nuevamente, que la política y las artes tienen una estrecha relación que busca incidir en la opinión pública.  

En el marco de una conferencia del Instituto Tricontinental de Investigación Social (el que señala en su página web que es respaldado por “movimientos revolucionarios de África, Asia y América Latina” y que está “dedicado a estimular el debate intelectual al servicio de las aspiraciones populares”), Waters anunció su apoyo a Daniel Jadue para este domingo 18 de julio en las primarias presidenciales. 

El moderador de este evento le preguntó directamente al autor de Another brick in the Wall su opinión sobre el candidato comunista chileno, a lo que respondió “Si tú lo recomiendas, entonces yo también lo recomiendo” a pesar de reconocer que nunca lo ha conocido. Asimismo, indicó que está “combatiendo contra las facciones de Pinochet que quedan en Chile, en ese hermoso y bello país, entonces estoy de vuelta, vota por Daniel Jadue”. 

Waters finalizó señalando que no tiene duda “de que es un buen hombre de verdad y lo necesitamos”. Ante estos dichos, Jadue escribió en su cuenta de Twitter que lo enorgullece recibir el apoyo del músico de ultra izquierda para este domingo.

Daniel Jadue compite contra Gabriel Boric en la lista del Partido Comunista y del Frente Amplio para determinar cuál de los dos nombres estará en la papeleta, representando a la extrema izquierda, en las elecciones presidenciales del próximo noviembre. Mientras que, en la coalición de derecha Chile Vamos, son cuatro los candidatos que buscan representar a este sector ―Joaquín Lavín (UDI), Mario Desbordes (RN), Ignacio Briones (Evopoli) y Sebastián Sichel (Independiente)―. Por otro lado, hay candidatos que irán directo a la papeleta sin pasar por el proceso de las primarias, como José Antonio Kast del Partido Republicano. 

Las polémicas de Roger Waters han sido una constante desde Pink Floyd. Pues sacó de la banda al tecladista Rick Wright, y desde el álbum The Final Cut (1983) se tiró en picada contra el guitarrista David Gilmour, principalmente por motivos políticos, generando una enemistad irreconciliable hasta el día de hoy. Es más, tras su salida de la banda en 1985, Waters esperaba que Pink Floyd dejara de existir porque él afirmaba que era el genio detrás de las piezas musicales. Esto no fue así, y la banda logró más años de éxito sin su figura que con él, situación que ha molestado al bajista hasta el presente. 

Pero, además, como todo izquierdista ha buscado posicionarse como policía de la moral, al pronunciarse sobre la coyuntura política de los países que visita por sus giras musicales. Por ejemplo, señaló que el presidente Jair Bolsonaro es un “neofascista”, que el presidente Donald Trump “es un idiota”, pero ha respaldado públicamente al dictador Nicolás Maduro al señalar que en Venezuela tienen “una democracia real”.

Con todo lo anterior, no debe sorprender los dichos de Waters sobre Daniel Jadue. Es más, el ex Pink Floyd ha tenido encuentros con comunistas chilenos anteriormente. Por ejemplo, en agosto de 2020 tuvo una transmisión en vivo con la diputada del PC, Camila Vallejo, ocasión en la que señaló que “todas las ratas huelen igual y Piñera es una rata”. Además, se pronunció sobre el plebiscito de entrada ―que para esa fecha aún no se realizaba― y lo tildó de “extremadamente revolucionario”.

Asimismo, se ha reunido con la viuda del músico Víctor Jara, mártir de la izquierda chilena y autor de la canción “El derecho a vivir en paz”. En efecto, Waters realizó una versión de esta pieza musical en los primeros meses de la pandemia, que fue himno de las protestas e insurrección del 18-O. Es más, estuvo muy pendiente de la revuelta chilena y pidió a los manifestantes que “mantengan las protestas pacíficas porque es la forma más efectiva”.

El público apoyo de Waters al comunista Jadue ha generado que otros artistas progresistas chilenos señalen si respaldarán al comunista o a su contrincante del Frente Amplio, Gabriel Boric. No obstante, esto no ha sucedido para los candidatos de Chile Vamos.

Por tanto, no se debe olvidar que la política interfiere incluso en los aspectos más cotidianos, en aquellos que pueden parecer terrenos despolitizados. Las artes ―como la música― son vías para llevar discursos que traen consigo cosmovisiones de vida, las que se fundan tanto en la filosofía como en la doctrina política. Justamente, las canciones que son autoría de Waters apuntan contra el capitalismo, el empresariado y el progreso. A pesar que, contradictoriamente, su performance política en la que destaca un lenguaje agresivo e iracundo, se ha convertido en lo que tanto dice detestar: en una “mercancía” capitalista que le permite financiar su costoso nivel de vida, todo gracias al libre mercado.

A pesar de esto, a nivel internacional ha habido artistas que se han pronunciado en contra de la hegemonía cultural dominante. Recientemente, el cantante Juanes señaló que “el comunismo es una mierda a propósito de las protestas por la libertad del régimen castrista en Cuba, o el reggetonero cubano Pitbull, quien ha advertido en numerosas ocasiones de los peligros del comunismo. Incluso, el chileno nacionalizado estadounidense Tom Araya, de la banda de trash metal Slayer, ha hecho guiños a favor de Donald Trump, al igual que la guitarra más rápida del oeste, Ted Nuget, quien ha sido un reconocido activista republicano.

En definitiva, la disputa política también pasa por la disputa de los sentidos. Y el terreno cultural es un espacio donde se brinda esta batalla. Por ello, se deben impulsar nuevos liderazgos en las artes que lleven el mensaje de la libertad, del progreso y la defensa de la dignidad humana. Solo así, podremos recuperar el camino de las sociedades libres en que todos los proyectos puedan ser posibles.

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