Las relaciones entre Rusia y China pasan por su mejor momento. Wang Yi, ministro de Exteriores de China, comentó: “No importa cuán caótico sea el mundo, la amistad entre China y Rusia no será sacudida”. Posteriormente, su homólogo en Rusia, Sergei Lavrov dijo: “El modelo de interacción entre Rusia y China se encuentra en su mejor momento de toda la historia, está libre de ataduras ideológicas, no está sujeto a oportunismos y no se dirige contra nadie”. El ministro ruso además de comentar la buena relación con China, quiso señalar a Estados Unidos, rival del país asiático: “Quiere preservar a toda costa su dominio en la economía global y en la política internacional, imponiendo a todos y en todas partes su voluntad», añadió.
El aterrizaje del ministro Lavrov en China se produce precisamente después de las sanciones de la Unión Europea al gigante asiático por la violación de los derechos humanos contra la minoría musulmana uigur. Ambos ministros consideran dichas sanciones “inaceptables”.
Además, el nombre de Estados Unidos vuelve a aparecer en otra nota de la agencia rusa TASS, que cita a Lavrov diciendo que «Estados Unidos está actuando de manera destructiva». Estas declaraciones llegan después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, llamara «asesino» al presidente ruso, Vladimir Putin.
Los dos ministros de Exteriores tuvieron una reunión donde ambos discutieron el acuerdo nuclear iraní, el proceso de paz afgano, la situación de Birmania tras el golpe militar y el cambio climático.
Uno de los propósitos principales de la reunión fue crear un frente común contra Estados Unidos. Para ello, el primer movimiento ha sido la solicitud que han hecho ambos países para que se celebre una cumbre urgente entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
