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LA IZQUIERDA GLOBALISTA QUEDA RELEGADA EN LAS ELECCIONES GENERALES EN PERÚ

Sagasti: el gran perdedor de las elecciones en Perú

Foto: EuropaPress
Foto: EuropaPress

Tras las elecciones generales de este domingo, la contabilización de actas de parte de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) avanza con rapidez y ratifican al ultraizquierdista Pedro Castillo, candidato presidencial de Perú Libre, como fijo para la segunda vuelta.

Todavía no se concreta quien lo acompañaría, pero por la cantidad de votos que saca en ventaja a sus competidores, parece que todo recaería en la derechista Keiko Fujimori de Fuerza Popular, aunque seguida de cerca por el liberal Hernando de Soto (Avanza País) y el conservador Rafael López Aliaga (Renovación Popular). Tres candidaturas de derecha, que, con sus matices, equilibran la balanza frente a Castillo.

Por otro lado, la izquierda globalista de Juntos por el Perú, (7.8%) liderada por Verónika Mendoza -que ha recibido el apoyo de Pablo Iglesias de Podemos y Evo Morales del MAS- y el centroizquierdista Partido Morado de Julio Guzmán (2.3%) -que ocupa actualmente la presidencia del Perú con Francisco Sagasti-, se presentan como los grandes perdedores de la jornada electoral a pesar de su protagonismo desmedido, tanto en redes sociales como en los medios de comunicación dominantes.

Pedro Castillo: la “izquierda aldeana”

Sin duda, la gran sorpresa de las elecciones ha sido Pedro Castillo, docente provinciano que se hizo conocido tras liderar la huelga magisterial en 2017 durante el gobierno del expresidente Pedro Pablo Kuczynski.

A diferencia de la izquierda globalista de Mendoza, que ha ganado adeptos entre los colectivos de artistas, periodistas, profesores universitarios y activistas de derechos humanos de la capital peruana y zonas urbanas, la izquierda de Castillo es todavía mucho más radical que la de su rival del mismo espectro, y recoge el “voto protesta” de los sectores rurales y urbano-marginales empobrecidos y olvidados por el Estado.

Ninguneado por los intelectuales de izquierda –el periodista César Hildebrandt calificó su candidatura como “aldeana” y “folclórica”-e invisibilizado por las encuestadoras, Castillo amenaza al establishment neoliberal y a la izquierda globalista proponiendo la creación de un nuevo régimen económico del Estado al que denomina “Economía Popular con Mercados”, imitando la experiencia de países como Bolivia y Ecuador.

Además, propone la revisión de los tratados de libre comercio (TLC), advirtiendo que “los TLC son los que han liquidado la empresa nacional”; pide la desactivación del Tribunal Constitucional para que este sea elegido por voto popular, la eliminación paulatina de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) -privado- y el fortalecimiento del Sistema Nacional de Pensiones (SNP) -público-; propugna la nacionalización de los principales yacimientos mineros, gasíferos, petroleros y centros energéticos, la “recuperación” de tierras agrícolas de proyectos de irrigación que fueron concesionadas al capital extranjero y la descentralización tributaria para fortalecer a los gobiernos subnacionales (regiones y municipios).

Por otra parte, Castillo también se muestra en contra de la inclusión del enfoque de género en el currículo escolar, la legalización del aborto, el “matrimonio” gay y la eutanasia.

“Hay que defender a la familia en la escuela. Pensar en otra cosa es quebrar la familia. Como maestras, respetamos los valores de la familia y hay que profundizarlos. Hay que retornar a la escuela e iniciar estos cursos que nos han quitado para difundir otros ideales. Que vuelva la educación cívica, la investigación, la economía política, la filosofía. Los jóvenes serán nuestra prioridad y van a tener toda la fuerza y el aval de un gobierno democrático”, dijo en una entrevista a Radio Programas del Perú (RPP).

Tampoco ha escondido su intención de otorgarle el indulto al etnocacerista Antauro Humala, condenado a 19 años de prisión por la toma de una comisaría en la ciudad de Andahuaylas donde murieron cuatro policías.

“Una vez elegido presidente de la República, asumiremos el indulto de nuestro compatriota Antauro Humala, tal como las facultades presidenciales así lo exigen, palabra de maestro”, declaró en Exitosa Noticias.

El etnocacerismo -doctrina etnonacionalista- de Antauro Humala ha sido criticado por propugnar la superioridad de la “raza cobriza” -una suerte de nazismo andino- y buscar el fin de la “república criolla” para imponer una dictadura nacionalista e indigenista basada en “principios incaicos”.

“La izquierda globalista ha quedado relegada”

Para Luciano Revoredo, director del portal conservador La Abeja, los resultados de estas elecciones generales reflejan el cansancio y desencanto de buena parte de la población peruana ante la indolencia del gobierno morado frente a la crisis sanitaria y económica, por lo que el voto hacia Pedro Castillo es una respuesta a la ineficiencia y corrupción del Estado peruano.

“El descontento de amplios sectores del país ha encumbrado la candidatura de Pedro Castillo, que ha tenido la suerte de crecer por debajo del radar de las encuestas y el interés demoledor de los medios durante las últimas semanas, encontrándose en la cresta de la ola de crecimiento cuando se ha dado la elección. Si las elecciones se hubieran aplazado, como proponían algunos tomando de excusa la pandemia del covid-19, Castillo también se hubiera desinflado. El voto por Castillo es el reflejo del cansancio y desencanto de la población peruana ante la ineficiencia y corrupción del Estado peruano. Es un voto negativo para el Perú, pero es el resultado de la indolencia del gobierno ante la crisis sanitaria, la vacunación clandestina de funcionarios. Todo esto ha ido sumando y ha permitido que Castillo esté en primer lugar, pero tampoco hay que asustarse mucho, pues tampoco se trata de una gran mayoría, lleva de ventaja pocos pasos de los que le siguen. Si vemos el panorama en general, las opciones que van desde el centro hasta la derecha tienen una mayoría en las preferencias. El escenario para la segunda vuelta estará marcado por una serie de acercamientos y negociaciones que debe tener como propósito impedir que llegue al poder una opción que es incluso cercana o simpatizante del terrorismo de Sendero Luminoso. Sabemos que Castillo y sus allegados están vinculados con el Movadef [Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales] que es una fachada de Sendero, derrotado militarmente pero no políticamente”, asegura.

Revoredo cree además que los resultados son desalentadores para la izquierda globalista, representada por Juntos por el Perú y el Partido Morado, que con Martín Vizcarra y Francisco Sagasti han campado a su antojo y obtenido gran poder, pero finalmente han sido ignorados por el grueso del electorado peruano, lo que pone en riesgo el apoyo político para sus agendas “progresistas”.

“Castillo definitivamente no es el favorito de la izquierda capitalina, de las oenegés y los medios de comunicación progres. Vale recordar como ejemplo el video de Gustavo Gorriti, donde un poco más y pide desconocer las elecciones cuando los sondeos arrojaron la posibilidad de una segunda vuelta con Pedro Castillo y un candidato de la derecha. El voto, tanto de la derecha representada por Renovación Popular y Fuerza Popular, como de la izquierda de Perú Libre, ha relegado a la izquierda globalista. Como va evolucionando el conteo de la Onpe, es muy probable que pase Keiko Fujimori a la segunda vuelta acompañando a Castillo, lo que pone fuera a Hernando de Soto, que le sigue en puntaje, y que es un representante del establishment liberal globalista, muy cercano al Partido Demócrata de los Estados Unidos, y que es otra de las cartas de la izquierda globalista para no perder sus puestos claves en el Estado. Pero parece que este escenario tampoco les es propicio”, advierte.

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