«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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AHORA CONDENADA EN FIRME POR EL TRIBUNAL SUPREMO

Sánchez, Rajoy, Irene Montero, Garzón… los políticos que defendieron a la delincuente Juana Rivas

Juana Rivas recibe el premio '8 de marzo' de la alcaldesa socialista de Getafe Sara Hernández. EUROPA PRESS

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a Juana Rivas por el secuestro de sus hijos. El Pleno de la Sala de lo Penal del Alto Tribunal ha resuelto condenar a la madre por el delito de sustracción de menores, pero ha reducido la pena de 5 años a 2 años y 6 meses de prisión al considerar que, aunque fueron dos los menores sustraídos, cometió un único delito y no dos.

La condena se basa en los hechos probados de que Rivas no devolvió a los dos menores a su progenitor, quien tenía la guardia y custodia de los niños, y que denunció el secuestro ante un Juzgado de Granada que resolvió la inmediata devolución de los hijos a Italia, residencia habitual de los menores y del padre. Tras varios requerimientos para su devolución, la procesada se ocultó con ellos y su expareja denunció la desaparición. La acusada entregó a los dos niños un mes después, el 28 de agosto de 2017, en la Comandancia de la Guardia Civil de Granada.

El caso, cuya condena ya es firme, provocó el revuelo de los medios de comunicación y la opinión pública, pero también de una gran parte de la clase política que se precipitó en defender a Rivas y que, por tanto, hizo apología del delito de sustracción de menores.

El abogado penalista y twittero José María de Pablo se ha hecho eco, en un hilo en Twitter, de las diferentes personalidades del mundo de la política que se pronunciaron a favor de la madre. El primero de ellos, el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien calificó en un mensaje en esta red social a Rivas como «víctima de la violencia de género».

Sánchez no fue el único que metió la pata al defender la inocencia de la ahora condenada. Su antecesor en la presidencia, Mariano Rajoy, también defendió desde una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa que «había que ponerse en el lugar» de la madre.

Continúan esta lista varias mujeres. La primera de ellas la expresidenta de Andalucía, Susana Díaz, quien llegó a asegurar que la Junta proporcionaría asistencia jurídica a Rivas y que, incluso, pediría la suspensión del régimen de visitas.

La segunda, la ministra de Igualdad, Irene Montero, que, en su hacer habitual cuando se trata de la mal llamada «violencia de género», se puso rápidamente, y sin pruebas del presunto maltrato ejercido por el padre y denunciado por Rivas, del lado de la madre con un mensaje en Twitter: «Contra todas las violencias machistas, porque nos queremos vivas y con vidas digas. Valiente Juana #YoSoyJuana #JuanaEstáEnMiCasa».

Siguiendo con las mujeres políticas que han hecho apología de la sustracción de menores al defender a Rivas, también lo hizo la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, quién se atrevió a escribir al ministro italiano, su homólogo entonces como titular de Justicia, para que mediara a favor de la condenada.

Otros ministro, el de Consumo, Alberto Garzón, apuntó directamente al sistema judicial como el culpable del caso y señaló sin reparos al progenitor de los niños como un maltratador: «Juana Rivas ha sido condenada a cinco años de cárcel por intentar proteger a sus hijos de un maltratador. Una justicia patriarcal profundamente injusta», dijo en un tuit en el que también pidió el indulto del Gobierno para la madre.

El garrafal error, tal y como señala de Pablo, trasciende el mundo de la política para introducirse también en el judicial. El exjuex prevaricador Baltasar Garzón pidió que se detuviese la orden de detención de Rivas.

De esta lista, hay quien todavía, y a posteriori de la condena firme del Tribunal Supremo conocida este lunes, insiste en la defensa de la secuestradora. Efectivamente, es Irene Montero.

Además del respaldo de estos políticos y diferentes medios de comunicación, la condenada también fue premiada con el galardón ‘8 de marzo’ por el jurado de la XXI Edición de estos premios que la describió como una “mujer valiente y referente, que arrastra una batalla legal por proteger a sus hijos de su propio maltratador, acusada aún por la Justicia de secuestrarlos”.

Además de la pena a dos años y seis meses de prisión, Juana Rivas ha sido condenada a la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad durante seis años respecto de sus dos hijos y a que indemnice a su expareja con 12.000 euros y al pago de la mitad de las costas.

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