La tiranĆa chavista ha embestido de nuevo. Este lunes los cuerpos represivos del rĆ©gimen han interceptado en una autopista de Caracas al dirigente del partido Voluntad Popular (VP) y Diputado electo en 2015, Freddy Guevara, llevĆ”ndoselo detenido.Ā
La esposa de Juan Guaidó, Fabiana Rosales,Ā ha denunciadoĀ que simultĆ”neamente a la detención de Guevara las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) se han presentado en su residencia intentando āsin Ć©xitoā detener al llamado ‘presidente interino’.Ā
Estas acciones son la derivación de la versión que ha ofrecido chavismo sobre los hechos de violencia acontecidos en la Cota 905 (al oeste de Caracas) durante la semana pasada. El rĆ©gimen ha seƱalado que los grupos criminales (comandados por el āKokiā) que mantuvieron en vilo a los caraqueƱos durante varios dĆas habĆan sido entrenados por paramilitares colombianos y sus acciones estaban enmarcadas dentro de planes āextremistas de la derechaā encarnada en Juan Guaidó y los gobiernos de Colombia y los Estados Unidos.
Unos grupos delictivos que fueron incentivados por el propio chavismo a travĆ©s deĀ una polĆtica de relajamiento, permisividad y pacto con los cabecillas de las bandas desde el 2013, insólitamente terminaron siendo seƱalados como instrumentos utilizados por la oposición local y forĆ”nea al rĆ©gimen para crear un clima de caos y subversión dentro del paĆs caribeƱo.
Guevara, quien forma parte del cĆrculo Ćntimo de Guaidó, serĆa imputado por los delitos de terrorismo, atentado contra el orden constitucional, concierto para delinquir y traición a la Patria, segĆŗn ha indicado el Fiscal General chavista, Tarek William Saab.
Huelga decir que la oposición que lidera Guaidó ha promovido desde hace meses un āAcuerdo de Salvación Nacionalā. Una iniciativa consistente en plantear una negociación con el chavismo para, junto a la oposición, poner fin a la crisis venezolana. Sin embargo, el mensaje enviado a comienzos de esta semana desde las filas rojas ratifica que el chavismo no parece tener demasiadas ganas de transigir con sus opositores.
Todo esto se produce en un contexto en el que la misión que ha enviado la Unión Europea a Venezuela sigue en Caracas. Todo ello para valorar si existen o no condiciones para aprobar la presencia de observadores de la UE en las elecciones convocadas por el rĆ©gimen para noviembre próximo.Ā
Los cruentos enfrentamientos que han dejado muertos y heridos civiles en la cota 905 y sus inmediaciones, aunados a la crispación motivada por las detenciones y el hostigamiento promovido por la tiranĆa contra opositores al rĆ©gimen parecen haberle complicado el panorama a los encomenderos de Borrell en la nación sudamericana.
El régimen no se la ha dejado fÔcil a los integrantes de la misión para decir en Europa que han conseguido condiciones que permitan pensar en unas elecciones medianamente transparentes de cara a los meses próximos, o que la celebración de dichos comicios pueda ayudar a resolver el complejo entuerto en el que estÔ sumida Venezuela actualmente.
El desbordamiento de la violencia en la capital venezolana justamente cuando estaba de visita la delegación europea parece haber impulsado a Maduro a intentar generar una respuesta rÔpida que le permita hacer algún tipo de control de daños sobre su imagen internacional.
El tirano venezolanoĀ se ha presentado ante la opinión pĆŗblica el domingo, proclamando su victoria ante los grupos delictivosĀ Ā queĀ Ā mantuvieron en vilo a la ciudadanĆa y ratificando la especie de que todo se trató  de una embestida organizada por EEUU, Colombia y la oposición local, con lo que dejó el campo abierto para tomar represalias ācomo en efecto ha ocurrido a principios de la semana con los casos de Guevara y del propio Guaidóā.Ā
DetrĆ”s de todo parece estar la intención de Maduro de dejar en claro que es Ć©l y no otro el que maneja los hilos del poder en Venezuela, queriendo reafirmar su imagen de gobernante que āpara bien o para malā es quien tiene la Ćŗltima palabra a la hora de decidir lo que pasa y deja de pasar en el paĆs. Que si Europa, EEUU o la propia disidencia local quieren adelantar cualquier proceso de negociación, tendrĆ”n que pasar los puentes que trace Maduro.
Ratificar la narrativa de la agresión externa con complicidades internas le permite ademĆ”s al nĆŗmero uno del chavismo seguir en su perenne campaƱa de victimización ante el mundo. Esa que indica que todo lo malo que pasa en Venezuela es culpa de conspiraciones fraguadas en la sombra entre actores internacionales y dirigentes polĆticos opositores empeƱados en deponer al rĆ©gimen a travĆ©s de mĆ©todos de fuerza.
Otra posible lectura del asunto pasarĆa por el hecho de que algĆŗn sector del rĆ©gimen que no es controlado plenamente por Maduro y que posee capacidad de mando sobre las fuerzas represivas de la tiranĆa habrĆa jugado a ordenar la persecución y captura de lĆderes opositores justamente para torpedear las escuetas seƱales de garantĆas y buena voluntad que ha mostrado el chavismo en semanas previas, destinadas a hacer pensar que es posible resolver el conflicto venezolano mediante elecciones que cuenten con el visto bueno de Europa y los EEUU.Ā
Se tratarĆa entonces de una jugada de sectores que no estarĆan cómodos con la reciente tesis de aflojar algunas presiones que ha puesto en marcha Maduro, todo ello con el objeto de enviar un mensaje de radicalismo revolucionario a la comunidad internacional y hacer valer una posición de fuerza ante esta.Ā
A esta altura es imposible saber con plena seguridad por qué el chavismo ha decidido embestir de nuevo justo en este momento. Sin embargo, mÔs allÔ de las interpretaciones estÔn los hechos. Y hasta esta altura estos nos hablan de que, frente a la situación comprometida de la Cota 905, el régimen ha decidido echarle la culpa de ello a la oposición y por acto reflejo ha procedido a hostigarla otra vez. Sin medias tintas.
La pelota queda, en gran medida, en el campo de los actores de la comunidad internacional que todavĆa creen que Maduro y su rĆ©gimen son capaces de ablandarse al punto de permitir un desmontaje progresivo de la tiranĆa a travĆ©s de elecciones.
ĀæSerĆ” que despertarĆ”n algĆŗn dĆa? ĀæServirĆ”n estas agresiones para que la oposición capitaneada por Guaidó tome nota de la poca o nula voluntad del chavismo para procurar su salida negociada del poder?