Honduras decidió claramente elegir como mandataria de sus destinos a la candidata del Foro de Sao Paulo, Xiomara Castro de Zelaya. Pudo más el rechazo a los políticos tradicionales que la sensatez. Es la repetición de lo ocurrido en Venezuela desde hace 23 años, que ha llevado a la destrucción económica, política y social del pais sudamericano y a seis millones de ciudadanos a buscar un mejor destino fuera de sus fronteras.
De nada sirvieron las advertencias, por ejemplo, del expresidente colombiano Andrés Pastrana y del diputado español Víctor González Coello, quienes viajaron a Tegucigalpa para prevenir a los hondureños sobre el peligro que corrían.
Será entonces el transcurrir del tiempo el que poco a poco le demuestre a los hondureños lo falso de la frase “los pueblos no se equivocan”. Pregúntenle a los cubanos, venezolanos, nicaragüenses y hasta bolivianos si nos equivocamos o no. ¡Nos equivocamos… y de qué manera!
Mas temprano que tarde los “catrachos” se irán dando cuenta de las advertencias sobre quién es y las verdaderas intenciones políticas de Castro de Zelaya. No fueron estrategias publicitarias o de guerra sucia lo determinante en este caso, y es que apenas finalizaron los escrutinios, llovieron las felicitaciones de los tiranos de Iberoamérica (entre ellos las de Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega), a la compañera “de luchas” recién electa.
Luego llegaron las congratulaciones del Grupo de Puebla y el Foro de Sao Paulo y le siguieron las de Lula da Silva, Rafael Correa y Evo Morales. Las alertas de Pastrana y González no fueron exageradas. Al contrario: se quedaron cortas.
Afortunadamente para los hondureños, lo que hará el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), no los tomará por sorpresa, puesto que tienen el ejemplo venezolano para saber lo que ocurrirá. Por tanto, no pueden esperar a que Xiomara Castro asuma la presidencia para comenzar a luchar por la defensa de la democracia.
En la página Xiomara Presidenta, están muy claros los planes de la presidenta electa. Los dos primeros puntos son: Primero, derogar “las leyes de la dictadura”, es decir, regresar al momento de la crisis de 2009 que dio pie a la salida del expresidente Manuel Zelaya (lo cual significa perseguir a todos los que participaron en su destitución, tal como lo hizo Evo Morales con la expresidenta Jeanine Áñez en Bolivia).
Y segundo: “El primer día de mi Gobierno, convocaré a una Consulta Popular para que el pueblo organice y elija la Asamblea Nacional Constituyente Originaria que redactará una Nueva Constitución”; lo cual significa refundar la nación, para convertirla en un Estado socialista.
Cuando esto se anuncie, todos los sectores democráticos de Honduras -sin importar su tendencia política- deberán unirse para conformar una gran coalición que impida a LIBRE materializar sus planes comunistas.
Esta alianza debe comenzar en el seno mismo del Congreso Nacional de Honduras, donde los diputados de talante democrático deben asociarse para garantizar la vigencia de la Constitución e impedir que el oficialismo secuestre todos los poderes públicos, como lo hizo Chávez en Venezuela.
La sociedad civil, por su parte, deberá movilizarse para defender las libertades, la justicia y los derechos humanos. Si lo hacen desde ahora, tienen muchas más posibilidades de lograr sus objetivos. El ejemplo a seguir es el del Perú, donde la sociedad democrática ha impedido el avance de los planes comunistas de Pedro Castillo.