«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
"No hay que regalarle 20 años de nuestra vida a ese régimen"

Yunior García propone una alianza de opositores de Venezuela y Nicaragua para hacer frente a ‘la misma dictadura’ que en Cuba

Yunior García, el dramaturgo cubano
El dramaturgo cubano, Yunior García. Europa Press

El dramaturgo cubano Yunior García, que la semana pasada llegó a España para escapar de la represión, llama a la oposición a «reinventarse» para tratar de «cambiar las cosas» en la isla, para lo cual plantea, por ejemplo, la necesidad de hablar con opositores de Venezuela y Nicaragua que hacen frente a «la misma dictadura» que en Cuba.

García, fundador de la plataforma Archipiélago, ha pasado en apenas un año de ser un dramaturgo contestario a ser una de las figuras más reconocidas de la disidencia. El 27 de noviembre de 2021 se plantó junto a un grupo de artistas ante el Ministerio de Cultura, lo que marcó el inicio de una nueva fase en una lucha política a la que promete no renunciar.

Un año después, y ya desde Madrid, hace balance de doce meses en los que ha visto cómo se han sucedido las amenazas y las presiones, tanto en privado como en público. Explica que a día de hoy el régimen de Miguel Díaz-Canel aún sigue la «campaña de descrédito» contra él desde los medios oficiales.

«Cuba no necesita más mártires», apunta García, quien asume que puede haber «decepcionado» a parte de la oposición por abandonar Cuba en plena ola de protestas pero que ve esta etapa –por ahora descarta pedir asilo– como un paso necesario para evitar quedar «silenciado» en su casa de La Habana.

«No hay que regalarle 20 años de nuestra vida a ese régimen«, dice. «No se trata de pasar a la historia, que te den una calle o que pongan una estatua de mármol en algún parque. Se trata de cambiar las cosas», apostilla.

Yunior García reconoce que su familia ha sufrido amenazas «que quizás todavía no es momento de contar», si bien sí confirma «presiones» por parte del cuerpo diplomático a parientes en otros países y a los que el Gobierno supuestamente quería utilizar como intermediarios en la «coacción».

Querían que le «convencieran» para salir de Cuba. «Pensaron que me iba a asilar o a concentrar en mi trabajo, o que me iba a olvidar de la política», afirma el dramaturgo, que asume que puede haber personas «siguiéndole» también en España para dar cuenta de lo que hace o dice.

Las organizaciones opositoras han denunciado en los últimos meses un aumento de la represión en la isla, especialmente a raíz de las movilizaciones del 11 de julio. Archipiélago ya criticó en su día el veto a la protesta que había convocado para el 15 de noviembre y, según García, la presión sigue incluso pasada esta fecha.

Algunos de ellos «han tenido que bajar el perfil», como explica el dramaturgo al ser interrogado por casos como los de Daniela Rojo, que hace unos días dimitió como coordinadora del grupo. «Es humano», admite García al hablar de este tipo de situaciones, de los que en su opinión son los verdaderos «protagonistas».

Quienes siguen dentro de Cuba, agrega, son «los que necesitan más atención». El fundador de Archipiélago considera que salir en los medios, hacerse «visible», supone en muchos casos un escudo frente a la persecución, ya que precisamente las autoridades intentan «que nadie te mire para poder hacer contigo lo que quieran».

Otra de las estrategias utilizadas por el «régimen» sería fomentar la división entre la disidencia. «Todo el tiempo te hacen sentir que tus compañeros son tus enemigos», resume García, que acto seguido aboga por priorizar el «objetivo común» frente a cualquier posible diferencia.

«No es una carrera para ver quién llega primero» o «quién logra acaparar más atención», añade, al hablar de «un grupo diverso» que intenta hacer «todo lo que puede» para «cambiar la realidad de Cuba». «Hemos cometido errores y los seguiremos cometiendo», señala.

Yunior García afirma que «ninguno ha sido entrenado para tumbar un régimen, para construir una democracia dentro de una dictadura», pero sí cree que «hay caminos recorridos sin éxito» y es momento de «reinventarse». En este «entreacto», en el que «el régimen cree que ha obtenido una victoria» al frenar las marchas del día 15, es momento de «recuperar la fuerza».

El dramaturgo, que ya se ha visto en España con autoridades como el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperacion, José Manuel Albares, quiere aprovechar también su estancia en Madrid para «intercambiar experiencias» con otras personas que hayan atravesado situaciones similares.

Por ello, ve factible replicar la «alianza estratégica» que existe entre las administraciones de Nicaragua, Venezuela y Cuba, pero a nivel de los opositores. «Al final nos estamos enfrentando a lo mismo», es «la misma dictadura», a juicio del opositor.

García redefine conceptos habitualmente asociados al comunismo en Cuba, entre otros el de patria. «Tu patria es la gente que tú conoces. Para mí patria es no sentirse solo», repasa, al recordar sus propias vivencias en un país que compara incluso con «Matrix».

Los hermanos Castro, primero, y Díaz-Canel, después, trabajarían en favor de una «gran mentira» que «han vendido como el mejor producto comercial». «Ha recibido una mejor publicidad que la Coca-Cola» y «mucha gente en el mundo ha comprado ese producto comercial llamado ‘revolución cubana'», lamenta.

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