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CRÓNICAS DEL ATLÁNTICO NORTE

El baño de sangre ‘fake’

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Europa Press

¿Quién podría ser la pareja de Trump en su carrera a la Casa Blanca? El hijo mayor del expresidente, Donald Trump Jr, ha hablado en exclusiva con New York Post ofreciendo algunas pistas: «Lo que quiero en ese rol es un luchador». El hijo de Trump, que planea asumir un papel muy activo en el equipo de transición presidencial si su padre gana las elecciones, dijo que, pensando en ese puesto crucial, «ha estado presionando a personas como el senador J.D. Vance (republicano por Ohio); Vivek Ramaswamy, empresario de biotecnología y ex candidato presidencial republicano; y Tucker Carlson, ex presentador de Fox News que ahora presenta un programa en X».

Uno de los asuntos más urgentes que tendrá que asumir Trump si vuelve a la Casa Blanca, y que sin duda ocupa un puesto principal en la campaña, es el descontrol migratorio. «Nuestro país está siendo invadido porque el presidente Joe Biden se niega a asegurar nuestras fronteras», asegura Joe Early en The American Conservative, que cree que «ha extendido la alfombra de bienvenida y millones de inmigrantes ilegales están llegando». «Es fácil culpar a Biden del aumento actual», matiza, «sin embargo, hay ciertos republicanos que también deben asumir su responsabilidad. Cuando Donald Trump fue elegido presidente, el Partido Republicano controlaba la Cámara, el Senado y la Casa Blanca; debería haber sido fácil convertir en ley las órdenes ejecutivas de Trump, pero el ala moderada del Partido Republicano detuvo la legislación. Por lo tanto, este noviembre no basta con reelegir a Trump como nuestro Presidente; debemos elegir más conservadores reales para el Congreso».

«Una vez que hayamos asegurado la frontera, la reforma migratoria debe incluir un sistema basado en el mérito, el fin de la migración en cadena y mayores penas en la trata de personas», proyecta Early, «la conclusión es que, si bien somos una nación de inmigrantes, también somos una nación de leyes. Si no respetas nuestras leyes, no eres digno de estar en nuestro país».

Otro de los asuntos importantes que debe asumir Trump tiene que ver con la industria del automóvil y, en general, las regulaciones verdes que Biden ha antepuesto al interés general de los ciudadanos. National Review propone acabar con toda la normativa de Biden sobre vehículos eléctricos. «El motor de combustión interna prevaleció sin que los gobiernos prohibieran los automóviles impulsados ​​por vapor, los primeros vehículos eléctricos y, sí, el caballo», señalan los editores de National Review, «y por mucho que la administración afirme que la versión final de las reglas ofrece más flexibilidad que las propuestas originales (algunas de las cuales pueden ser ilusorias, especialmente en lo que respecta a los híbridos), sigue siendo un intento de sobornar e intimidar a los fabricantes para que fabriquen automóviles que no quieren fabricar, y a los consumidores a comprar automóviles que no quieren comprar».

En vez de profundizar en los temas centrales de la política estadounidense, la prensa internacional sigue enconada en el “baño de sangre” fake de Trump. Jenny Holland lo explica bien en Spiked: «Lo que los medios omitieron fue el contexto. Trump hablaba específicamente de la industria automovilística. Habló de los planes de China de construir grandes plantas de fabricación de automóviles en México y prometió que ‘impondrá un arancel del 100 por ciento a cada automóvil que cruce [la frontera]’. China ‘no podrá vender esos coches’, dijo, antes de añadir: ‘Ahora, si no soy elegido, será un baño de sangre’. El ‘baño de sangre’ al que se refería Trump era claramente un baño de sangre figurativo en la industria automotriz estadounidense bajo un segundo mandato de Biden». Pero resulta difícil, si no imposible, pedir a los medios internacionales que mordieron el anzuelo de los titulares engañosos NBC, New York Times y CBS que rectifiquen su versión.

«La reacción de los medios a su discurso», concluye Holland, «fue deshonesta. Tal es el desprecio de los medios por Trump, que parece que están dispuestos a distorsionar conscientemente lo que en realidad está diciendo. Esto les saldrá caro a largo plazo, ya que cada vez más personas dudan de su credibilidad. Y ese sesgo descarado también beneficiará a Trump, cuyo apoyo crece con cada ataque contra él por parte de las elites mediáticas estadounidenses».

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