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CRÓNICAS DEL ATLÁNTICO NORTE

Biden, el más impopular de los últimos nueve presidentes

Biden, el más impopular de los últimos nueve presidentes. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con niños rehenes liberados de Gaza. Europa Press.
Biden, el más impopular de los últimos nueve presidentes. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con niños rehenes liberados de Gaza. Europa Press.

El secretario de Estado Antony Blinken ha ido esta semana a China. La agenda oficial promete abordar varios asuntos en los que China y Estados Unidos están enfrentados, como el Estrecho de Taiwán, pero lo más importante tiene que ver con las disputas económicas y, más precisamente, con las disputas por el poder y la influencia en el mundo. «Si no se cuestiona de manera eficaz», señala Shawn Fleetwood en The Federalist, «el objetivo de Xi de convertir a China en la principal superpotencia del mundo para 2049 puede convertirse en realidad antes de lo esperado».

Sin duda, en cuanto a lo geopolítico, Xi Jinping ha podido moverse con libertad desde la llegada de Joe Biden. «El presidente chino, Xi Jinping, ha utilizado la vacilante presidencia de Biden para promover su propia agenda, como promover los reclamos territoriales de Beijing en todo el Indo-Pacífico y desafiar el orden mundial existente liderado por Estados Unidos». La tesis de Fleetwood, y de muchos conservadores americanos es clara: «Estados Unidos —y el mundo— no pueden permitirse otros cuatro años de Biden como presidente. La destrucción provocada por su administración no sólo ha provocado sufrimiento entre millones de estadounidenses. Ha desestabilizado completamente el entorno de seguridad global».

«China está inundando el mundo con productos baratos (también conocido como dumping) para reactivar su economía, amenazando los empleos y la supervivencia de industrias competidoras en otros países», denuncia Helena Raleigh en The Federalist, «Xi ha recurrido al viejo manual de China para estimular la economía (subsidiar el sector manufacturero e incentivar las exportaciones) con la esperanza de que las exportaciones sean la salida de China a esta crisis». «Los estadounidenses pagaron un alto precio por las importaciones baratas», añade, «incapaces de competir con las importaciones chinas baratas, muchos fabricantes estadounidenses se vieron obligados a trasladar sus fábricas a China o México y cerrar sus operaciones en Estados Unidos para siempre».

«Si el presidente Biden realmente quiere impedir que China deje de vender sus productos en Estados Unidos, lo primero que debe hacer es aumentar los aranceles sobre una amplia gama de importaciones chinas, incluidos los vehículos eléctricos, las baterías de iones de litio y los paneles solares», concluye la autora.

Otra mirada más amplia hacia el mismo escenario, la débil presidencia de Biden, la ofrece David Zimmerman en National Review, recordando que el presidente demócrata no solo está en su punto más bajo de aprobación popular de su mandato, sino también en el más bajo de aprobación de los nueve presidentes anteriores, tal y como demuestra una nueva encuesta de Gallup. «El encuestador señala que varios factores, incluida la guerra entre Israel y Hamas y la crisis fronteriza, han influido en las pésimas calificaciones del presidente de 81 años. Además, el aumento de la inflación y el vacilante mercado de valores desempeñan un papel importante en la percepción general de los votantes sobre Biden».

Pero incluso si se trata de pensar un «plan b» en caso de que Biden no pueda completar un hipotético próximo mandato, las cosas no pintan mejor para los demócratas. «Los periodistas están desesperados por ayudar a los demócratas a ganar en 2024», escribe Andrew Stiles en Free Bacon, «saben que los mayores inconvenientes del presidente Joe Biden son 1) parece que está a punto de morir, 2) Kamala Harris se convertiría en presidenta si eso sucediera, y 3) la mayoría de los estadounidenses no creen Harris está remotamente calificado para ser presidente».

«La cobertura mediática sugiere que Harris siempre está al borde de reintroducirse ante un público estadounidense cuya opinión sobre ella no ha cambiado desde 2019», recuerda Stiles, poniendo como ejemplo el último reportaje de CNN sobre Harris: «hicieron todo lo posible para retratar la vicepresidenta como una líder inteligente y capaz. Desgraciadamente, no lo consiguieron». 

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