Los inversores iberoamericanos ya están reaccionando al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez y han comenzado a sacar sus fortunas del país y a poner en venta empresas y propiedades que habían adquirido en los últimos años.
La fuga de capitales «se está produciendo ya en masa» ante lo que pueda suceder después del acuerdo firmado por el Partido Socialista con separatistas y proterroristas para sacar adelante la investidura de Sánchez.
«Bancos privados y de inversión, además de consultoras y despachos de abogados no dan abasto en las últimas semanas con la cantidad de consultas y peticiones de operaciones que están recibiendo por la incertidumbre que generan las políticas del Ejecutivo y sus compromisos«, asegura el diario The Objective.
Estas personas, que se habían trasladado a España huyendo de las políticas comunistas que se aplican en sus países de origen, ven ahora cómo ese pasado y presente que afrontan sus naciones comienza a parecerse mucho al futuro español.
El impuesto a las grandes fortunas, la ley de la vivienda, o el mínimo efectivo del 15% en el pago del impuesto de Sociedades que se pretende imponer para todas las empresas son algunas de las principales preocupaciones para estos inversores.
Además, la inseguridad jurídica creada con la ley de la amnistía, que termina con la separación de poderes en España, es otro aspecto clave y esencial para cualquier inversor y que ha sido denunciado por todas las asociaciones de magistrados.