No es verdad que la inflación esté controlada como repiten los medios de comunicación del Gobierno, que a su vez reiteran que el PIB ha crecido un 0,4%, pero olvidan decir que el año pasado en el segundo trimestre se creció un 2,6% y un año después, cuando todavía nos faltan unas décimas para alcanzar el PIB de 2019, contamos con este descenso.
El paso de un magnífico crecimiento en un trimestre (2,6%) a un 0,4% demuestra que nuestra economía se está parando. Pese a que el segundo trimestre suele ser mejor que el primero por el turismo, este año en los primeros tres meses se creció un 0,5% y después sólo un 0,4%.
Tomes el indicador que tomes los datos no salen bien para este Ejecutivo, que nos dice que vamos como una moto, pero olvida subrayar que no echó gasolina para que pueda caminar.
Hoy toca la inflación —y recordar que en el mes de julio se nos anunció a bombo y platillo que ya se había resulto el problema— por los datos de junio (1,9%). Al Gobierno se le olvidó decir que la subyacente, la que mide en procesos inflacionarios cuánto se ha trasladado al sistema productivo, estaba en un 6,2% y era una de las mayores de la Unión Europea.
Ya tenemos el dato definitivo de la inflación de julio y el Ejecutivo vuelve a decir que con un 2,3% ya se ha parado el proceso inflacionario en España. Pero nada más lejos de la realidad porque la subyacente sigue en el 6,2%.
En los siete primeros meses del año, el IPC subió un 2,4% y va a ritmo de que a final de año podemos superar el 4%, aunque probablemente de resultados las medidas de subidas de tipo de interés del Banco Central Europeo y la retirada de dinero en circulación.
Asimismo, vemos que los alimentos han subido en siete meses un 5,2% y tienen un ritmo de llegar a final de año alrededor del 9%. Los restaurantes y hoteles también siguen una senda alcista muy superior a la media. Por tanto, España está muy lejos de resolver el problema de la inflación. Seguirá conviviendo muchos meses con esta lacra.
Cabe señalar que el IPC desde junio de 2018 —desde que Pedro Sánchez llegó al poder— hasta julio de 2023 subió un 15,7%. El subíndice que más creció fue el de los alimentos, que lo hizo en un 31,1%, seguido de restaurantes y hoteles (un 19,3%).
